Vietnam abandona el uso de carbón en sus futuros planes energéticos

Prensa - 27 enero, 2016
Bangkok, 27 de enero de 2016 - El Primer Ministro de Vietnam Nguyen Tan Dung anunció que su país dejará de lado los proyectos vinculados a la creación de plantas de carbón e impulsará las energías limpias.

"Este enorme triunfo es el resultado del trabajo de cientos de defensores del medio ambiente que resaltaron los impactos medioambientales de la expansión del carbón en el país", dijo Arif Fiyanto, Coordinador de la campaña de carbón de Greenpeace en el Sudeste Asiático.

"Esta es una de las mayores victorias para los defensores del clima y el medio ambiente en Vietnam y es un paso crucial para el Sudeste Asiático, donde los planes de desarrollo se han basado en el carbón", dijo Arif. "La decisión de Vietnam es el Acuerdo de Paris en acción. Mostrando una orientación clara hacia las energías renovables, establece un punto de referencia y ejemplo a seguir para el resto de la región."

Antes del anuncio, Vietnam tenía planeada la instalación de enormes plantas eléctricas de carbón para generar 44 gigawatts (el equivalente a 70 plantas de carbón). Algunos de esos proyectos serán convertidos a la generación de gas, y se tomarán medidas para crear mejores condiciones de inversión para energía solar y eólica.

 “Impulsados por la preocupación de personas que están cada vez más conscientes de los impactos que los combustibles fósiles provocan a la salud y al medio ambiente, estamos más cerca de una revolución energética. Pero necesita desarrollarse con más velocidad y este tipo de anuncios son solo el primer paso”, concluyó Arif.

Greenpeace Asia trabajó durante el año pasado con grupos ambientales, como la Alianza de Energías Sustentables de Vietnam (VSEA, por sus siglas en inglés), e investigadores de la Universidad de Harvard para exponer los riesgos que generaban los planes de expansión del carbón para la población. La investigación demostró cómo las plantas de carbón de Vietnam causaban aproximadamente 4.300 muertes prematuras cada año, número que se hubiera visto incrementado a 25.000 muertes de haber continuado con las políticas energéticas basadas en el carbón.