Hoy en las oficinas de las Naciones Unidas en Nueva York se adoptó un tratado global que prohíbe las armas nucleares. Fue apoyado por 122 países.

Es un momento histórico. Según este acuerdo, la posesión y desarrollo de armas nucleares ahora es ilegal, está prohibida por el derecho internacional. El tratado quedará abierto hasta el 20 de septiembre para que el resto de los países puedan firmarlo.

Durante las últimas tres semanas en la ONU, los países llevaron adelante las negociaciones finales para el acuerdo. Los nueve estados que actualmente poseen armas nucleares (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte) estuvieron boicoteando la reunión para quitarle legitimidad. Los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- también se mantuvieron al margen de las negociaciones. Su ausencia es tristemente significativa: al menos uno de los países de la OTAN debe ratificar el tratado, si esto no ocurre no están obligados a cumplirlo.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los estados que poseen armas nucleares, fue posible conseguir este hito: la mayoría de los estados miembro de la ONU declararon que las armas cuyo objetivo es cometer crímenes humanitarios deben estar prohibidas por el derecho internacional.

Hasta hoy las armas nucleares eran las únicas armas de destrucción masiva que no se habían prohibido de forma universal. Las armas biológicas, químicas y las municiones ya habían sido prohibidas. Ahora se suman las armas nucleares a la lista.

Este nuevo tratado hará que sea más difícil legitimar a las armas nucleares con el argumento de que son medios útiles para proveer seguridad.

El texto del acuerdo es bastante claro: prohíbe a los estados desarrollar, testear, producir o adquirir armas nucleares; también les prohíbe su uso o la amenaza de su utilización. Tampoco pueden instalar o guardar armas en sus territorios. Aquí el texto completo.

Desde Greenpeace felicitamos a nuestros aliados de la sociedad civil liderados por la Campaña Internacional para la Abolición de Armas Nucleares (ICAN) que han trabajado para que este tratado sea una realidad. Le pedimos a los gobiernos que ratifiquen el acuerdo y se unan para liberar al mundo de esta invención diabólica y ahora ilegal.

Cuando las generaciones futuras miren hacia atrás y vean esta decisión la recordarán como el momento en el que, finalmente, las armas nucleares fueron consideradas una amenaza para la seguridad.

A partir de hoy la lucha sigue para que el tratado sea ratificado por todos los países del mundo y para que las miles de armas nucleares que existen en el mundo sean eliminadas. Será un largo camino por recorrer pero, luego de un tratado como este, podemos decir que hoy es un gran día para la paz.

También te puede interesar: La energía nuclear y el colapso de la sociedad