Hace pocos minutos Lawrence Golborne, el conocido ministro que jugó un rol clave en el rescate de los mineros, ha asumido como Ministro de Energía en reemplazo de Ricardo Raineri. Ahora que ha asumido es importante que podamos transmitirle un mensaje fuerte y claro: Queremos que el desarrollo energético de Chile sea de cara a los intereses de la ciudadanía, considerando las necesidades de desarrollo del país y con un marco claro que nos comprometa como nación con la oportunidad que presentan las energías renovables no convencionales.

El saliente Ministro Raineri termina su período por mala gestión, pésimamente evaluado por la ciudadanía por sus declaraciones a favor de proyectos ambientales que aún se encontraban en plena evaluación y también por declaraciones fuera de contexto. Creemos que la llegada de Lawrence Golborne abre una importante oportunidad; la de discutir seriamente que política energética queremos. Ya no se trata de salvar a 33 mineros; ahora es el medio ambiente el que necesita el compromiso del gobierno y la visión para comprender que el momento es ahora.

En este preciso momento, miles de personas estamos haciéndole llegar un mensaje fuerte y claro a Lawrence Golborne a través de su cuenta en twitter; Chile no quiere mas carbón. Estamos utilizando el hastag #NOALCARBON

Las tres razones principales que tenemos para sostener lo anterior:

  1. En Chile no hay una política energética clara, que permita regular el lucrativo mercado de la energía para evitar que los costos de los proyectos ambientales sean directamente transferidos a los ciudadanos. Casos claros de lo anterior son la crisis del gas en Magallanes, los costos sociales de las centrales termoeléctricas que están en disputa como Castilla, Barrancones, Campiche (entre muchas!), la actual discusión sobre las energías renovables y las alzas de precios que en más de una oportunidad hemos debido asumir.
  2. Es necesario transparentar las necesidades Energéticas de Chile. Si bien es una oportunidad la llegada de Golborne, es importante transparentar quién necesita de la energía, en especial cuando es energía eléctrica; más del 60% de la demanda corresponde a los sectores industriales y de minería. 
  3. La administración anterior no tuvo reparos en señalar su aprobación a proyectos energéticos en etapa de evaluación, contraviniendo la independencia mínima necesaria para tener evaluaciones  pertinentes.
    Esperamos hoy se inicie un cambio que garantice la independencia de las evaluaciones. La política ambiental se ampara en una regulación que aunque insuficiente no ha sido respetada. Para evitar nuevos conflictos la discusión que antecede a la construcción de nuevas centrales debe hacerse de cara a la ciudadanía.