Han sido 5 meses turbulentos en el futuro de las ballenas en Corea del Sur después de que el Gobierno de Seúl hiciera la declaración en Julio pasado en la Comisión Ballenera Internacional (CBI), celebrada en Panamá, anunciando que estaba planeando un "programa científico" de caza de ballenas.
¡En esta parte del mundo hubo un alboroto! La caza "científica" de ballenas es sólo una excusa para matar ballenas por su carne. Dos semanas más tarde, el día antes de mi boda, yo todavía estaba haciendo entrevistas a los medios acerca del plan y uno de los invitados a mi boda llevó una pancarta que decía "¡No a la caza de ballenas!" a la ceremonia misma.
En septiembre, nuestro barco Esperanza salió al Mar del Este con científicos de Australia y los EE.UU. a bordo. Su objetivo era demostrar métodos no letales que el mundo utiliza para estudiar las ballenas.
Mientras tanto, el Gobierno de Corea del Sur tranquilamente -como si nada- decidió seguir adelante y celebrar consultas con los diferentes grupos interesados.
Un día después de esas consultas, que involucró a los ambientalistas por la mañana y los vendedores de carne de ballena de la tarde, se lanzó una acción digital pidiendo al primer ministro a abandonar la caza científica antes siquiera de comenzarla.
En menos de una semana, más de 50.000 personas de todo el mundo se unieron a nuestra petición formal, junto con varios grupos de Corea del Sur. Después de tres semanas, alrededor de 105.000 personas de 124 países habían enviado un correo electrónico al primer ministro surcoreano, Kim Hwang-sik.
Tuve el placer de visitar la oficina del primer ministro el 28 de noviembre para recordarle las tajantes opiniones de rechazo desde todo el globo. Fueron miles de organizaciones las que trabajamos por esto.
Dos días más tarde me dijeron que la caza de ballenas científica había sido cancelada. No hubo confirmación oficial, sin embargo, y el plazo para Corea del Sur para presentar su propuesta era 3 de diciembre. Lo único que nos quedaba por hacer era esperar.
Pero apenas hace unas horas, se confirmó finalmente. Esperé todo el día para escuchar las noticias y, finalmente durante la tarde recibí la buena noticia: Corea del Sur no había presentado ninguna solicitud a la Comisión Internacional Ballenera (IWC) para realizar caza "científica" de ballenas.
Y como yo ya he digerido la noticia, me estoy imaginando que en algún lugar, en las frías aguas del Mar del Este, las ballenas Minke deben andar celebrando.
Jeonghee Han
Campañista de Océanos de Greenpeace en Seúl