Nuestros activistas exigiendo una ley de pesca sustentable en el Ministerio de Economía

Greenpeace está presionando junto a más de 7.000 chilenos (y subiendo), para que se incorporen indicaciones al proyecto de ley que se discute ahora en el Congreso, y que asegure que los científicos sepan la captura real que se realiza en cada embarcación de más de 15 metros de eslora (largo) en las faenas de pesca y no sencillamente lo que informan tener en las bodegas a la hora del desembarque. El Ministro Longueira sin embargo, en vez de permitir el debate y dar una respuesta de cara a la ciudadanía, ha elegido acelerar el proceso poniendo suma urgencia a la discusión en la Comisión de Pesca, lo que significa que ésta sólo tiene 10 días para discutir el proyecto y sus indicaciones.

Hay diferentes motivos para descartar. Que lo capturado esté por debajo de la talla legal, o que la captura sea mayor a la cuota aprobada y no se pueda desembarcar; que la capacidad de la bodega no sea suficiente para la captura; que se capturen especies de bajo valor comercial o están dañadas por el aparejo de pesca. Pero, aunque todas estas prácticas se desarrollan habitualmente en la flota nacional, la autoridad no registra esto, entonces, siempre se captura más de lo que se debe.

En este contexto, el sábado pasado entró en vigencia otra ley que permitiría hacer frente a una de las prácticas más cuestionadas de la pesca, el descarte - “la acción de devolver al mar especies hidrobiológicas capturadas que les signifique daño irreversible o muerte”-. Sin embargo, las medidas tendientes a conocer su impacto en los ecosistemas marinos no serán aplicadas sino hasta al menos 4 años más porque la autoridad tiene dos años para generar el programa de investigación y desde ahí desarrollarlo en por lo menos dos años más. No sabemos por tanto, cuánto se tomarán para implementar las medidas que resulten del proceso de investigación.

El problema es que la pesca, los ecosistemas marinos y las personas que dependen de los recursos no pueden esperar por la implementación de una ley que no resuelve una de las principales causas de la actual sobreexplotación que es la captura por sobre los niveles sustentables.

Por eso es tan grave que el actual proyecto de ley que se discute en el Senado -que regulará la actividad por los próximos 20 años- no permita saber cuál es la captura real (que incluye lo que se captura y descarta), lo que menoscaba gravemente la capacidad que tienen los científicos en recomendar cuotas que permitan recuperar los recursos, los empleos y los ecosistemas.

Si no se logra incluir las indicaciones ahora, es posible que cuando se hayan implementado las insuficientes y tardías medidas de la otra ley aprobada ya no quede pesca, y aunque las cuotas sean recomendadas por los científicos, este esfuerzo haya sido en vano.

Presiona a Longueira y exige una ley de pesca sustentable