Introducción

Página - 13 julio, 2011
Una investigación de Greenpeace ha constatado el vertido de sustancias químicas peligrosas en importantes ríos de China por parte de fábricas textiles, proveedoras de varias marcas internacionales, como los gigantes de prendas deportivas Adidas y Nike.

Las sustancias químicas peligrosas vertidas suponen una amenaza para la salud humana y el medio ambiente. Algunas son conocidos disruptores endocrinos, mientras que otras pueden afectar al sistema reproductor. Muchas no se descomponen sino que se acumulan en los cuerpos de humanos y animales.


El problema

El agua limpia no es sólo un derecho humano básico, es también el recurso esencial más amenazado del planeta. Además de ser hábitat fundamental de fauna y flora, los cursos de agua, como ríos y lagos, proporcionan recursos vitales. Mucha gente depende de estas aguas para beber, cultivar y conseguir comida como pescado y marisco. Sin embargo, la industria abusa a menudo de ellas, y las trata como si fuesen sus cloacas privadas.

La industria textil utiliza numerosas sustancias químicas en su producción, desde el teñido de tejidos a la impresión y el acabado. Las aguas residuales de estos procesos suelen ser tóxicas y pueden contaminar importantes vías fluviales. Este vertido peligroso puede incidir negativamente en la salud humana, la flora, la fauna y el medio ambiente.

Nike y Adidas, desafío Detox

Nuestras investigaciones encontraron dos fábricas textiles en China que estaban vertiendo varias sustancias químicas peligrosas en los deltas de los ríos Yangtsé y Perla. Se encontraron sustancias químicas peligrosas y persistentes consideradas disruptores hormonales, en los vertidos de estas instalaciones. Se hallaron alquilfenoles (entre ellos, nonilfenol) en muestras de aguas residuales de ambas plantas, y sustancias químicas perfluoradas (PFC), en las del Complejo Textil Youngor, pese a la presencia de una planta de tratamiento de aguas residuales moderna.

Los alquilfenoles y PFC encontrados en las muestras deben preocuparnos gravemente, pues están entre las sustancias químicas conocidas como disruptores hormonales y pueden ser peligrosas incluso a niveles muy bajos. En ambos grupos, se trata de sustancias químicas sintéticas, que persisten en el medio ambiente y pueden tener efectos potencialmente devastadores si se acumulan en la cadena alimentaria.

Muchas sustancias químicas peligrosas pueden, además, llegar a nuestros océanos, atmósfera y cadenas alimentarias, y acumularse en lugares muy lejos de su fuente original, donde se han encontrado en cuerpos de animales, incluyendo pájaros, peces, ballenas, osos polares e incluso en leche materna humana. El problema y la solución no son, pues, asuntos locales: se trata de un tema verdaderamente global.

Es más, nuestra investigación se centró en dos de los miles de complejos industriales ubicados en China. Los resultados de estas muestras son indicativos de un problema mucho más amplio, que se extiende más allá de China y de la industria textil. Lo que necesitamos ahora es innovación y liderazgo de las marcas para defender una forma distinta de funcionar, que ponga fin a la contaminación industrial de nuestras fuentes de agua con sustancias químicas persistentes, tóxicas y que son disruptores hormonales.



Las marcas

Nuestras investigaciones han vinculado varias marcas internacionales con las fábricas responsables de estos vertidos tóxicos, entre ellas los gigantes internacionales de prendas deportivas Adidas y Nike, y la marca de ropa deportiva china Li Ning (la lista completa se encuentra en el informe ‘Trapos sucios’

La cadena de suministro textil global puede ser difícil de desenmarañar pues implica muchas compañías, negocios y países, y todos ellos comparten la responsabilidad del vertido de estas sustancias químicas peligrosas. Sin embargo, lo habitual es que sea el dueño de una marca el que inicia el proceso de desarrollo del producto, incluyendo la investigación y el diseño. Los dueños de las marcas están, por lo tanto, en la mejor posición para provocar un cambio en la producción de tejidos y prendas de ropa mediante su selección de proveedores, el diseño de sus productos y el control que pueden ejercer en cuanto al uso de sustancias químicas en el proceso de producción y el producto final.También colaboramos con las fábricas para mejorar la eficacia y evitar, con ello, utilizar más agua de la necesaria, así como para poder devolverla a su curso tan limpia como la encontramos, o más limpia aún. - Nike. Nuestra estrategia es convertirnos en una empresa sin emisiones - Adidas. P.38, NIKE Inc Corporate Responsibility Report FY 07 08 098 Adidas website (green company)

 

De entre estos propietarios de marcas, un grupo en particular destaca por ser el defensor de un futuro sin tóxicos que más probabilidades tiene: el de las grandes marcas deportivas. Estas marcas no solo se autoproclaman líderes e innovadores, también disponen del tamaño y la influencia para colaborar con sus proveedores en un cambio real y eliminar el uso y el vertido de estas sustancias químicas peligrosas. En su mano está la solución.

Después de todo, son marcas que prefieren la acción a las palabras:

“Just do it”,

“Impossible is nothing”,

“Make the Change”.

¿Quién aceptará el reto, se unirá con sus proveedores y liderará el cambio de las sustancias tóxicas a otras inocuas?

La solución

Greenpeace apela a estas marcas para que se conviertan en defensores de un futuro sin tóxicos y colaboren con todos sus proveedores para eliminar el vertido de sustancias químicas peligrosas de toda su cadena de suministro y sus productos. Para hacerlo, las compañías deben:

  • IDEAR UN PLAN DE JUEGO: adoptar unas políticas de empresa y relaciones con los proveedores que promuevan el cambio de las sustancias químicas tóxicas a otras inocuas, con plazos realistas claramente definidos.
  • DEJAR QUE SUS ACTOS HABLEN POR ELLAS: responder a la urgencia de la situación con acciones reales sobre el terreno, que den prioridad a las peores sustancias que deberán eliminar de inmediato.
  • JUGAR EN EQUIPO: aumentar su transparencia en cuanto a la publicación de los datos de eliminación de estas sustancias químicas peligrosas, de forma que sea posible pedir cuentas a las marcas.

En Greenpeace centramos nuestros recursos en abordar el urgente problema del vertido de sustancias químicas peligrosas en nuestras aguas, pero también somos conscientes de muchos otros asuntos apremiantes relacionados con la industria textil, que es preciso tratar. Encontrarás más sobre dichos temas y lo que tú puedes hacer en organizaciones como UNICEF, Oxfam y Save the Children.UNICEF, Oxfam and Save the Children.

Si te interesan las últimas noticias sobre las empresas vinculadas con la explotación laboral o el trabajo infantil, también puedes visitar http://www.cleanclothes.org/ y http://www.laborrights.org/ Más información sobre los peligros del tratamiento de jeans con chorro de arena en: http://www.killerjeans.org/

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