Muchos se maravillan al observar a los activistas de Greenpeace descolgar gigantescos banners para decir aquello que queremos transmitir con fuerza. En el contexto actual, donde muchas de las decisiones país en materia de medioambiente nos indignan, estas acciones parecen asombrosas a los ojos de muchas personas, especialmente de aquel santiaguino que de casualidad y en medio de su rutina diaria, se encuentra con ellas en alguna calle o edificio de la ciudad.

Sin embargo, el trabajo que realiza Greenpeace a través de su equipo de voluntarios es un trabajo constante, sistemático, y a veces invisible para la opinión pública. En este contexto, a veces se me ha preguntado si creo en el impacto que podemos alcanzar con pequeñas acciones, si pienso que lo que hacemos en el equipo de charlas es relevante para los objetivos de denuncia de Greenpeace y para el escenario actual de nuestro país. Esa pregunta motiva esta nota.


No dudo del impacto de cada visita que realizamos a las instituciones donde nos invitan. ¿Por qué? Porque vemos a niños, jóvenes y también adultos interesados, comprometidos y con ansias de aprender y conocer alternativas para cuidar el planeta. Porque dialogamos con estudiantes que nos llenan de preguntas y comentarios, vecinos capaces de organizarse para mejorar la calidad de vida en sus barrios, y niños que aún siendo tan chicos, han buscado la forma de motivar a sus familias a tener una relación más sustentable con el medio ambiente.

En Greenpeace decimos que “el momento de actuar es ahora” y parte de nuestras expectativas también son que otros compartan esta urgencia y compromiso con la defensa del medio ambiente. En Charlas, año a año recibimos invitaciones para compartir este compromiso, para informar y educar en medio ambiente. Estamos en constante comunicación con colegios, universidades, organizaciones territoriales y funcionales, institutos y empresas que nos abren sus puertas para escuchar lo que tenemos que decir.

Este año 2011, pudimos compartir con algo más de 1600 estudiantes de colegios y educación superior, y cerca de 100 adultos de organizaciones comunitarias, colegios o empresas de comunas como Cerro Navia, Maipú, Peñaflor, San Miguel, Quilicura, La Granja, Colina, y Las Condes, entre otras.


En cada Charla pudimos escucharnos, comprometernos y soñar, gracias a que fuimos invitados para hacerlo. Esto, y todo el trabajo realizado nos demuestran el “por qué” de nuestro empeño y establecen las bases para nuestra proyección. ¡Gracias a quienes nos acogieron en sus instituciones y organizaciones y bienvenidos quienes quieran compartir con nosotros el 2012!