El año pasado fue difícil para todos, y también para el medio ambiente. La crisis económica fue la excusa utilizada por el Gobierno para rebajar la protección ambiental y abandonar cualquier avance que nos permita afrontar el futuro con mimbres diferentes al “business as usual” que tan malos resultados nos está dando.

Y ante semejante panorama, ante la evidente pregunta, “pero... ¿a quién le importa el medio ambiente? en Greenpeace, que hacemos campañas para cambiar actitudes y hábitos para proteger el medio ambiente y fomentar la paz, tratamos de superar esta barrera.

Sabemos que no hay una receta para ganar campañas, pero acumulamos más de 40 años de experiencia en estas lides, así que sabemos que, si queremos cambiar el mundo, debemos ser rápidos, proactivos, flexibles, creativos, imprevisibles, perseverantes y reinventarnos continuamente.

Y eso tratamos de hacer en 2012: gracias a nuestra independencia política y económica, labores de investigación, movilización ciudadana y acciones directas no violentas tanto en las redes como en la calle, pusimos en marcha nuestras campañas.

Montamos una playa en Madrid para decirle al Ministro Arias Cañete que la costa es de todos y no se puede privatizar; señalamos a los responsables de la catástrofe del Prestige diez años después; nos llevamos a políticos gallegos, catalanes y andaluces a pescar para demostrarles que la pesca artesanal es el único futuro posible; nos trajimos a víctimas de la catástrofe de Fukushima al Parlamento para que nuestros políticos conocieran en primera persona el horror nuclear; trasladamos la selva amazónica a España porque, como dijo el gran @DaniMateoAgain: “hay que salvar el Amazonas aunque no dé confianza a los mercados”... y otras muchas otras campañas que hemos recogido en este vídeo.

Una de nuestras máximas en Greenpeace es que no tenemos ni amigos permanentes, ni tampoco enemigos permanentes, y en 2012 se demostró una vez más, al conseguir que un número muy elevado de empresas como Zara aceptara nuestras demandas para acabar con la contaminación que está asolando los ríos de China, por ejemplo.

Mariajo Caballero, directora de campañas de Greenpeace