A escasas semanas de la Cumbre de Río+20, en la que volveremos a hablar de la necesaria transición hacia un nuevo modelo económico más sostenible y el uso equitativo de los recursos del planeta, hoy celebramos el Día Internacional de la Biodiversidad.  Este año dedicado además a la Biodiversidad Marina.

Precisamente, uno de los principales acuerdos alcanzados hace 20 años, en la Cumbre de la Tierra de 1992, fue el Convenio sobre Biodiversidad, también conocido por las siglas CBD.  Aunque legalmente vinculante, sus 44 artículos contienen muy pocas disposiciones de aplicación directa. Aborda, eso si, la conservación de la biodiversidad de los principales tipos de hábitats del mundo, áreas protegidas, acceso y reparto de beneficios, el problema de las especies invasoras, etc.

Sin duda, el Convenio ha supuesto un paso importante hacia la conservación de la diversidad biológica,  del uso sostenible de sus componentes y del reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de recursos genéticos. Pero su aplicación ha sido lenta y ha estado marcada por la preponderancia de los intereses económicos frente a la razón científica. 

Hubo que esperar diez años, hasta la Sexta Conferencia de las Partes del Convenio de Biodiversidad (COP6, en 2002) para que se adoptara un Plan estratégico del Convenio. Dicho plan estaba orientado a reducir radicalmente el ritmo de pérdida de biodiversidad en 2010, objetivo que fue refrendado en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que tuvo lugar en Johannesburgo también en 2002. En Europa, el objetivo de detener la pérdida de la biodiversidad antes del año 2010 la tomaron los Jefes de Estado de la UE en junio de 2001 en el Consejo Europeo de Gotemburgo, siendo uno de los objetivos principales de la estrategia de la Unión Europea en favor del desarrollo sostenible.

Cuando llegó el año 2010, cuando acabó la “cuenta atrás”, vimos que estábamos lejos de cumplir el objetivo. Más aún, no sólo no hemos cumplido el objetivo, sino que algunas políticas, como la Política Pesquera de la UE van justo en la dirección opuesta: incentivando la sobrepesca y exportando el modelo que ha esquilmado los caladeros europeos a otras partes del mundo. Como resultado de la inacción de la comunidad internacional, los océanos del planeta continúan siendo destruidos de forma desenfrenada y los stocks pesqueros se encuentran bajo una enorme presión.  Y la industria pesquera sigue siendo incentivada en una carrera desenfrenada para capturar el último pez de los océanos.

El próximo mes de junio se cumplirá el 20 aniversario de la Cumbre de la Tierra, la conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que marcó un hito en la agenda internacional respecto a la protección de clima del planeta, el correcto uso de los recursos naturales y el desarrollo sostenible. Greenpeace está recordando a los gobiernos que es una obligación cumplir los acuerdos firmados nacidos del proceso iniciado en la Cumbre de la Tierra de 1992 (incluida la Cumbre de Jonhanesburgo) y, está reclamando que en Río+20 se den pasos decididos hacia un cambio de modelo económico y una nueva Agenda de Valores que den un giro de 180º al actual rumbo que nos está llevando a un cambio climático peligroso, un agotamiento de los recursos y una degradación de la vida humana sobre el planeta.

En el día de la Biodiversidad, hay que seguir gritando que la sobrepesca, la deforestación, la contaminación del agua o la simplificación extrema de la agricultura están reduciendo la vida sobre el planeta, extinguiendo especies y esquilmando recursos necesarios para las próximas generaciones.

Con menos del 1% de nuestros océanos protegidos y los científicos anunciando un colapso inminente de algunas de las poblaciones pesqueras, es urgente trabajar en la recuperación de la vida de los océanos. Por eso iremos a la Cumbre de Rio+20 para recordar que no podemos esperar 10, 20 o 40 años más. No queremos un Río+40.  No podemos seguir aplazando la conservación de la biodiversidad y, en especial, la de nuestros océanos.

Miguel Angel Soto, (@NanquiSoto) responsable de Biodiversidad de Greenpeace España

MÁS INFORMACIÓN
-
22 de mayo Día Internacional de la Biodiversidad Marina
- Blog relacionado: De vuelta a Río
, por Remi Parmentier