Las redes sociales han marcado un antes y un después en la vida de muchos de nosotros, tanto a nivel personal como profesional. Han transformado nuestros hábitos diarios en tiempo récord hasta el punto de que ya casi no nos acordamos de cómo eran las cosas antes de tener un muro, un perfil o la posibilidad de chatear “on line”. Uno de los medios que más ha contribuido a esta “revolución en la red” es Facebook, un canal que ha crecido como la espuma desde 2004 y que hoy en día es un referente tanto para las relaciones sociales como para el activismo ambiental o político.

Greenpeace siempre ha querido estar a la vanguardia en cuanto a comunicación y contacto con sus seguidores, por lo que nos hemos convertido en un usuario habitual de Facebook. Sin embargo, a principios del año pasado nos dimos cuenta de una gran contradicción:  Facebook, herramienta destacada en la campaña contra el cambio climático de Greenpeace, iba a construir un centro de gestión de datos en Oregón (EEUU) que se abastecería mediante energía generada por la quema de carbón!

De acuerdo con el informe de Greenpeace 'How dirty is your data' (en inglés), presentado el pasado jueves, la industria de las tecnologías de la información genera un elevado porcentaje de las emisiones de CO2 globales, cifra que está destinada a aumentar debido al enorme crecimiento de sus redes globales de interconexión de centros de datos e infraestructuras asociadas que son grandes consumidores de energía. Es importante que las compañías de IT tengan en cuenta de dónde van a abastecerse energéticamente cuando construyan cada nuevo centro de datos y que, como máximos exponentes de la modernidad, lideren el camino hacia el 100% renovable en lugar de confiar en fuentes energéticas del pasado que producen cambio climático (como el carbón) o nos obligan a asumir riesgos inaceptables (como la nuclear).

¿Como podía una compañía como Facebook, icono de la modernidad y frescura comunicativas, optar por la fuente energética más antigua y más contaminante? El mismo director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, se encargó de ir a averiguarlo: Se reunió con directivos de la compañía y les propuso el reto de declarar su apuesta por las energías renovables e iniciar un camino hacia el abandono del carbón.

Miles de seguidores de Facebook en todo el mundo se han sumado a esta campaña y ya somos más de 700.000 personas las que le piden a Facebook que abandone el carbón. Pese a que Facebook no ha aceptado el reto de forma oficial, han dado pequeños pasos en la dirección correcta como incluir placas solares en el centro de datos que acaba de inaugurar en Oregón, el mismo que originó esta campaña, o lanzar el 'Open Commute Project', mediante el cual la empresa publica las especificaciones técnicas de los componentes de sus centros de datos, invitando a la comunidad a participar en el diseño de una instalación energéticamente eficiente.

Desde Greenpeace, esperamos ver nuevos pasos de Facebook hacia las energías renovables y la eficiencia energética para demostrar la complicidad de la compañía con sus usuarios, así como su liderazgo no sólo en tecnologías de la información sino también en las energéticas.

Queremos que Facebook se sume al impulso de la revolución que el mundo necesita para hacer frente al cambio climático: la Revolución Energética y tú tienes también un papel esencial, entra y únete a la campaña "No más carbón en Facebook".

Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio climático de Greenpeace

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