Si has elegido comer ecológico puedes estar tranquilo. Si aún no has decidido o no has podido pasarte a la alimentación ecológica me gustaría que supieras que Greenpeace analizó 126 muestras de manzanas, 109 convencionales y 17 ecológicas, procedentes de 11 países europeos y el 83% de las muestras (91) tenían uno o más plaguicidas y el 60% dos o más. Analizamos 500 parámetros y encontramos 39 plaguicidas distintos en las manzanas, una muestra con ocho plaguicidas diferentes y tres (dos españolas) con siete. Todos los residuos estaban por debajo de los límites permitidos. Pero fantástico fue confirmar que, como era de esperar, ¡ninguna de las muestras ecológicas contenía residuos detectables!


Traducción: Deja los pesticidas fuera de la producción de manzanas.

En España se recogieron 14 muestras, 11 convencionales y 3 ecológicas. Todas las muestras de manzanas convencionales contenían de entre uno y siete plaguicidas. Las muestras fueron compradas en Madrid en los siguientes supermercados: Alcampo (3 muestras, 2 convencionales y 1 ecológica), Carrefour (3 convencionales), E. Leclerc (2 convencionales), Lidl (2 convencionales), Mercadona (2 convencionales), NaturaSi (2 ecológicas y de Km 0 - de Madrid). Excepto NaturaSi, solo un supermercado ofrecía manzanas ecológicas de producción nacional (Alcampo) y otro (Carrefour) las ofrecía pero eran importadas.

Aunque es solo un ejemplo de lo que puede estar pasando en general con los alimentos provenientes de la agricultura convencional, demuestra que los plaguicidas sintéticos están presentes desde el campo hasta el plato. Pero no de cualquier forma. Están presentes en un cóctel químico que demuestra que la aplicación múltiple de plaguicidas en la agricultura convencional es algo rutinario (en la producción se hacen hasta 21 aplicaciones). Imaginaros lo que sufren los agricultores y agricultoras y el ecosistema, los que en primera instancia y sin misericordia están expuestos a estos productos.

Los plaguicidas tienen nefastas consecuencias en los ecosistemas y cuando analizados individualmente se sabe que muchos de los encontrados en las manzanas son persistentes, bioacumulativos, tóxicos para los organismo acuáticos y para las abejas (¡y eso que la producción de manzanas se puede ver mermada en hasta un 90% por la ausencia de insectos polinizadores!) y otros insectos beneficiosos. Respecto a la salud humana hemos encontrado plaguicidas que pueden provocar cáncer, que pueden tener impactos en la reproducción y el desarrollo o que son neurotóxicos. Pero lo más grave es que nos encontramos con una enorme falta de datos sobre sus efectos para la salud humana.

Gravísimo también fue constatar la falta de información generalizada de las posibles repercusiones, tanto para los ecosistemas como para la salud humana, de cuando se encuentran bajo la forma de auténticos cócteles químicos. Además, es importante recordar que las evaluaciones de riesgo en la UE solo se hacen para el ingrediente activo, no para el producto final que lleva otros ingredientes. Esta falta de información muestra que el actual sistema normativo no cumple su propósito.

Las frutas y verduras no llevan etiqueta con los ingredientes, pero si llevaran imagina lo que pondría. Es urgente romper el ciclo vicioso y tóxico de la agricultura industrial. Por ello, desde Greenpeace instamos a los supermercados a que eliminen gradualmente los plaguicidas tóxicos en la producción de frutas y verduras, que apoyen a los agricultores y agricultoras a cambiar a la agricultura ecológica y que amplíen su oferta de productos ecológicos locales.

Si has optado por la producción ecológica, tanto seas un productor, un comercio o un consumidor me gustaría decirte que eres un verdadero héroe. Acuérdate que ese pequeño gran gesto tiene una trascendencia absoluta y que en al menos dos sentidos estás optando por lo mejor para ti y para los tuyos: porque es la única forma de producción que garantiza un medio ambiente saludable, no solo para nosotros pero también para las demás especies, y porque en sí mismos son más sanos. ¡Gracias, del fondo del corazón, por hacerlo!

¿Qué puedes hacer tú?
- Si eres un productor plantéate cambiar a la producción ecológica, si eres un comerciante pide que tus proveedores eliminen las sustancias químicas tóxicas de su producción y ofrece más productos ecológicos y si eres un consumidor compra ecológico y pide a tu supermercado que para empezar ofrezca más productos ecológicos locales o amplíe esta oferta.