Gipuzkoa lleva meses debatiendo cual será su futuro en cuestiones de gestión de sus basuras. Y como en todo conflicto existen dos posturas enfrentadas. Los interesados y, con intereses, en construir una gran incineradora que devore todos los residuos (entre los que destaca la Diputación de Gipuzkoa y algunos lideres de partidos políticos), y los empeñados en conseguir un futuro sostenible en el que la recuperación y el reciclaje sean la clave (ayuntamientos y ciudadanía).

Pocas veces el pequeño tiene posibilidades en tan desigual enfrentamiento. Sin embargo, parece que Gipuzkoa está empeñada en demostrar que puede ser un territorio "Residuo Cero". Y varios municipios están trabajando hacia ese objetivo. Y no se lo están poniendo fácil pues las presiones a la que están siendo sometidos es enorme por parte del voraz lobby incinerador.

Pero a pesar de las dificultades, el pasado 7 de julio el pleno del Ayuntamiento de Antzuola (Gipuzkoa) decidió, sin ningún voto en contra, la puesta en marcha de la recogida selectiva de basura "Puerta a Puerta" (PaP) este mismo año. Antzuola pertenece a la Mancomunidad de Debagoiena, que también ha decidido pasarse al PaP en un plazo de dos años. Forman parte de esta mancomunidad Elgeta, Bergara, Eskoriatza, Aretxabaleta, Leintz-Gatzaga, Arrasate y Oñati. En total 62.000 personas que sumadas a los 37.000 vecinos de Usurbil, Hernani y Oiartzun, que llevan meses con el sistema en funcionamiento, ponen en evidencia a quienes de forma interesada pretenden hipotecar décadas de desarrollo sostenible de Gipuzkoa construyendo una incineradora innecesaria.

El sistema de recogida selectiva "PaP" consiste básicamente en no mezclar los residuos que generamos, distingue en 5 fracciones nuestra basura (orgánica, papel y cartón, envases, vidrio y resto o rechazo) que se recogen de los portales a horas establecidas y en diferentes días de la semana. El sistema logra reciclar más de un 80% de las basuras, hace que los contenedores no estén en la calle (en Hernani la retirada de los mismos permitió recuperar 73 nuevas plazas de aparcamiento para los vecinos), se consigue un compost de calidad (superior al 90%), protege nuestra salud y entorno, ya que nos libra de la emisión de sustancias y gases tóxicos que producen las incineradoras.

Julio Barea, responsable de la campaña de contaminación.