La panficadora mexicana más grande del mundo, Bimbo, incumplió su compromiso de responder a más tardar el 6 de junio a la petición de transitar hacia la agricultura ecológica, ignorando a casi 40 mil consumidores que le han enviado cartas para pedirle que elimine de su cadena de suministros los fertilizantes y plaguicidas que han sido prohibidos en otros países. 

La empresa mexicana se limitó a presentar  -en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente- un comunicado de prensa con un listado de las medidas que ha tomado para hacer más sostenibles sus operaciones en sus instalaciones y transporte. 

Sin embargo, consideramos que las acciones que presenta la empresa son necesarias pero están lejos de hacer frente a los impactos del modelo de agricultura industrial de la que Bimbo se abastece.

Nos parece incongruente que una empresa como Bimbo, que se dice comprometida con el medio ambiente, se limite a hablar de transporte y energía eficiente en sus plantas cuando su mayor actividad e impactos se concentran en la elaboración de alimentos procesados, cuya materia prima se obtiene del campo, que se basa en un modelo de agricultura industrial que contamina los recursos naturales.