¿Qué es lo que está pasando? A continuación algunas preguntas y respuestas sobre este asunto.

¿Qué ocurrió?

Las autoridades rusas convocaron al embajador holandés en Moscú (el Arctic Sunrise lleva la bandera de Holanda) y acusaron a Greenpeace de una provocación tras el intento de protestar pacíficamente en una plataforma de Gazprom. La embarcación de Greenpeace, el Arctic Sunrise, fue abordada y tomada por la guardia costera.

¿Por qué?

La protesta surgió debido a los planes de Gazprom de convertirse en la primera petrolera en producir comercialmente crudo, desde el Ártico. De hecho, este petróleo podría llegar al mercado europeo en 2014.

¿Por qué es significativa esta maniobra de Gazprom?

Ellos no son los primeros en entrar al Círculo Ártico. Otros, como la paraestatal noruega Statoil ya producen gas desde ahí, y Shell ya ha intentado explorar por petróleo en el Ártico de Alaska. Todo esto está bien documentado.

Sin embargo, las aguas noruegas del sur del mar de Barents son relativamente cálidas y no tienen hielo, al menos en las zonas donde trabaja ahora mismo Statoil. Gazprom quiere ser la primera en producir petróleo más allá de la línea de hielo.

Esto es relevante porque producir petróleo desde una región donde hay hielo dos terceras partes del año podría hacer que un eventual derrame pueda ser…complicado.

¿Les preocupa esto?

La firma ha dicho que ha invertido entre 4 y 5 billones de dólares en la plataforma Prirazlomnaya, la cual fue construida en un lapso de 15 años, en medio de reportes de que su tecnología ya era obsoleta y no apta para esta región.

Mientras era remolcada hacia afuera del mar, la plataforma perdió una escalera. Aun así,  Gazprom se autodenomina como “una plataforma fija exterior resistente al hielo, la primera de su tipo diseñada y construida en Rusia”.

¿Qué pasa si algo sale mal?

El campo petrolero de Prirazlomnoye se encuentra muy cerca de varios parques nacionales y santuarios de vida salvaje que incluyen las reservas Nenetsy y Vaygach, las cuales son particularmente importantes para las poblaciones de morsas.

El problema es que limpiar un derrame en aguas congeladas –con petróleo potencialmente desplazándose por debajo del hielo- es algo que nunca se ha hecho antes. De hecho, muchísimos expertos y grupos ambientales creen que es imposible.

De acuerdo con un estudio de WWF, expertos de la firma rusa Informática Riska desarrollaron diversos modelos  computarizados de riesgo en los que se contemplaron diversos escenarios de derrame en la plataforma Prirazlomnaya, estos análisis determinaron los impactos al área que podría ser afectada por un accidente.

“Nuestro análisis demostró que, dentro de las normas establecidas por los volúmenes de derrame, las compañías no podrán contener ni recuperar el crudo vertido. Por ejemplo, si un derrame ocurre por la noche o en condiciones meteorológicas adversas”, aseguró Valentín Zhuravel, gerente de proyectos de Informatica Riska. “Esto conllevaría una contaminación importante de la costa del mar de Pechora y de áreas protegidas”.

El estudio concluyó que el área de posible contaminación cubriría más de 140,000 kilómetros cuadrados de aguas abiertas, así como más de 3,000 kilómetros de costa.

Estudios similares del Pew y del Servicio Geológico de Estados Unidos también han advertido de las implicaciones de un derrame en aguas del Ártico estadounidense y sobre la dificultad para limpiarlo, por no decir que sería imposible.

Gazprom ha dicho anteriormente que “pone especial atención en la prevención ambiental con medidas de protección”, pero un análisis de su plan de respuesta ante derrames, elaborado por Greenpeace, señala que su peor escenario involucraría un vertido de 10,000 toneladas de crudo. El derrame de la plataforma de BP, Deepwater Horizon, vertió casi 5 millones de barriles. Su plan completo no ha sido publicado en la red.

La firma rusa es inflexible y asegura que el daño ambiental por un derrame sería limitado y que la única forma de tener evidencia concluyente sería con un vertido.

¿Participan empresas occidentales?

Gazprom ya trabaja con compañías occidentales en varios proyectos, incluyendo a Shell. A inicios de este año, la firma angloholandesa firmó un acuerdo con Gazprom para explorar el Ártico ruso. El pacto incluye el Mar de Pechora.

¿Necesitamos ese petróleo?

La extracción petrolera del mar de Pechora y el Ártico ruso es clave para países que buscan incrementar su producción de crudo y mitigar el suministro decreciente de reservas tradicionales.

De cualquier forma, un estudio de la Agencia Internacional de Energía sugiere que más del 60% de las reservas de crudo probadas deberían quedarse bajo la tierra si el mundo quiere evitar que el cambio climático vuelva inhabitables partes de la Tierra.

Esto quiere decir que extraer crudo del Ártico –que es tan caro como difícil e incierto- es extremadamente incompatible con las acciones globales para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Documentos publicados por el diario británico, The Guardian, sugieren que Rusia quiere que en el futuro los informes del panel IPCC de la ONU incluyan planes de “geo-ingeniería” para el clima del planeta.