Cuando empezamos a trabajar este modelo, en el año 1994, ignorábamos el concepto de lo que ahora llamamos “orgánico” o “ecológico”. Empezamos a trabajar con un manejo holístico que combina la ganadería, la lombricultura, la acuaponia, y el cultivo de hortalizas, maíz, leguminosas y cucurbitáceas.

Después de 20 años de desarrollo, hemos podido comprobar cómo este tipo de sistemas de producción agrícola y ganadera generan muchos beneficios, tanto económicos, como medio ambientales y para la salud.

Combinamos plantas de varias familias, con base en semillas criollas de la región, aprovechando la biodiversidad existente en cultivos como el maíz. Por ejemplo, en terrenos que no tienen riego, combinamos 3 maíces criollos para disminuir la vulnerabilidad a las sequías e inundaciones: combinando un maíz de ciclo corto, un maíz de ciclo intermedio y un maíz de ciclo tardío, así siempre obtenemos producción de alguna de las variedades aunque la lluvia sea escasa o abundante.

Además, sembramos y combinamos especies que tengan más de dos funciones:

  • Maíz: produce forraje, sombra, semillas y granos para alimentación animal.
  • Lechugas: destinadas al consumo y/o la venta y alimentación para los pollos.
  • Lombrices: producen humus que fertiliza la tierra, sirven de alimento para los pollos y procesan desperdicios.
  • Gallinas: aprovechan desperdicios, producen huevo y carne y se alimentan de las plagas.
  • Ovejas: podan el pasto de las gallinas, producen estiércol para las lombrices y producen carne para venta.
  • Camote: produce forraje para gallinas, alimento para cerdos y conserva la humedad.
  • Calabaza: produce alimento para cerdos o aves y sombra para conservar la humedad.
  • Caña de azúcar: sirve de engorda para cerdos, follaje para ganado y evita la erosión.
  • Alfalfa: sus flores atraen insectos benéficos, sirve de pasto para las cabras, ovejas y gallinas y fija el nitrógeno del suelo.
  • Frijol ejotero: produce ejotes para venta, fija el nitrógeno y sirve como pasto para animales de granja.

Con este modelo dejamos convivir las plagas con los cultivos, para descubrir qué plantas no son resistentes y desecharlas o usarlas para forraje, y seleccionar las resistentes para obtener semillas para la siguiente generación.

Todo este tipo de manejo permite una total independencia de insumos y proporciona seguridad alimentaria a las familias, ya que se obtienen todos los elementos necesarios para su alimentación, con productos sanos y libres de agroquímicos. Además proporciona beneficio económico con la venta de estos productos.

Con un manejo óptimo e inteligente de los recursos como el de este modelo, podremos garantizar una producción agrícola que produzca alimentos sanos, suficientes y de calidad; y que respete el medio ambiente y la economía de los productores.

¡Entérate de más y construyamos juntos una alimentación sana, suficiente y libre de transgénicos! Entra a www.subetealbarco.org