Molinos eólicos CFE] Mientras en México el debate energético es cortoplacista, focalizado en la posible privatización de Petróleos Mexicanos, en Estados Unidos, el presidente Barack Obama da los primeros pasos hacia las energías renovables.

En su discurso pronunciado en la Universidad de Georgetown, el presidente Barack Obama propone medidas para impulsar la producción y el consumo de energía renovable: su objetivo es que el gobierno federal consuma el 20 por ciento de su electricidad de fuentes renovables para el año 2020 - más del doble de la meta actual de 7,5 por ciento-.

Sin lugar a dudas, este anuncio es un  paso nuevo y muy positivo en el sector de mayor consumo de aquel país, en el que se espera generar suficiente electricidad a partir de proyectos de energía renovable para alimentar el equivalente a seis millones de hogares en 2020, manteniendo al mismo tiempo el compromiso de implementar las energías renovables en instalaciones militares.

Los Estados Unidos han representado un gran bloque en las negociaciones multilaterales sobre el clima, sin embargo, para resolver la crisis climática actual, las soluciones deben ser de la misma medida o incluso mayores que el problema. El presidente Obama está dando los primeros pasos para abandonar la catastrófica estrategia energética heredada de George W. Bush sin medias tintas ni falsas promesas, pero aún falta mucho por hacer y por lograr que este esfuerzo sea global.

Los compromisos anunciados por Obama incluyen además de la meta de renovables, la reducción de las emisiones de hidrofluorocarbonos, plantea inversiones de hasta ocho mil millones de dólares en préstamos para una amplia gama de nuevas tecnologías limpias, -como los proyectos de captura y secuestro de carbono-. También se compromete a colaborar con la industria para desarrollar estándares de eficiencia de combustible para vehículos pesados ​​para ahorrar dinero y reducir la dependencia del petróleo extranjero y el consumo de combustible después de 2018.

Además, establece la eliminación de subsidios fiscales para combustibles fósiles en el presupuesto de 2014 y busca la colaboración con socios de todo el mundo hacia este objetivo. También busca iniciar las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio hacia la libre transacción en el mercado global de de tecnologías de energía limpia como la solar, eólica, hidráulica y geotérmica.

Obama tuvo que vencer la resistencia del partido republicano para lograr abrir la puerta a las renovables, en México la clase política -de izquierda y de derecha-, apenas hace mención a este tema, el debate está centrado en la posibilidad de hacer cambios constitucionales para privatizar o no el recurso petrolero.

El 20 por ciento de la energía renovable para el año 2020 también es posible para México. Sin embargo, los políticos aún perciben a las tecnologías renovables como energías relativamente nuevas, a pesar de tener décadas en el mercado mundial, las inversiones para estas fuentes de energía no figuran en el presupuesto, basta mencionar que el fondo para la transición energética fue reducido al 10 por ciento en diciembre pasado; el Plan Nacional de Desarrollo apenas tiene un par de menciones sobre la posibilidad de diversificar la matriz energética y la reciente Estrategia Nacional de Energía está focalizada en hidrocarburos.

El anuncio histórico del presidente Obama representa un primer avance a favor de las energías renovables y en consecuencia, a favor del planeta. Ahora la interrogante será si el gobierno mexicano está dispuesto a hacer este viraje en la próxima discusión de la reforma energética y considerar de manera seria  a las renovables.