Ayer, Juan José Suárez Coppel, director general de PEMEX compareció ante las comisiones unidas de energía y de hacienda y crédito público de la Cámara de diputados. Entre otros temas, fue cuestionado principalmente sobre la dudosa alianza con Repsol, de la que dijo traerá importantes beneficios para la paraestatal y en consecuencia para la población en general.

Durante su comparecencia en el Congreso de la Unión, dijo que la paraestatal se encuentra trabajando en la incorporación de nuevas reservas petroleras, por lo que Pemex buscará incrementar la  explotación de nuevos complejos, como en  Chicontepec y aguas profundas.

Para Greenpeace es preocupante que PEMEX haya presentado el programa de pozos a perforar en aguas profundas durante 2012, cuando existen estadísticas acerca del fracaso de estas operaciones en las que invierten grandes cantidades de dinero y cuyos resultados arrojan que se descubren de 8 a 10 nuevos campos por cada 20 a 24 fracasos.

Además es inconcebible que PEMEX presente un programa de explotación en aguas profundas sin antes explicar cómo prevendría un vertido de las dimensiones del ocurrido hace un par de años en el Golfo de México en el que se vertieron más de 4 millones de barriles de petróleo y del que aún no se recupera el 80 por ciento del crudo.

Los pozos a perforar serán: Caxa, Yoka, Kunah, Trion, Supremus y Maximino ubicados en diferentes regiones del golfo de México con un presupuesto de 14 063 mil millones  de pesos para 2012.

 

Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de Clima y energía