Rick Steiner, profesor de conservación marina, Anchorage, Alaska
Actualmente se encuentra a bordo del barco Esperanza de Greenpeace, en el Mar de Barents

Noruega impulsa la extracción de petróleo en el Ártico y con ello los riesgos ambientales han aumentado significativamente.

El Mar de Barents es uno de los ecosistemas marinos más ricos y únicos en el mundo, con concentraciones notables de especies marinas de aves y mamíferos, peces y otros animales. El riesgo ambiental de perforar mar adentro no vale la pena por el potencial de energía a corto plazo que hay aquí.
 
Este verano, Statoil ha perforado tres pozos exploratorios en el norte del Mar de Barents, a unos 300 km al sureste de Svalbard y junto con la  empresa petrolera rusa Rosneft está perforando el cuarto. Hasta ahora, estas exploraciones no han reportado reservas significativas de hidrocarburos, pero la compañía planea continuar la búsqueda de petróleo en el centro y norte del Mar de Barents el próximo año.

Por si fuera poco, la Dirección Noruega del Petróleo  encargó la exploración sísmica en el norte del Mar de Barents al inicio de este verano. Las pruebas sísmicas proyectan sonidos extremadamente altos dentro del agua -miles de veces más fuerte que una máquina de reacción- con pistolas de aire de arrastre.

Con nuestros hidrófonos hemos registrado el sonido de estas pistolas a varios cientos de kilómetros de distancia del lugar en el que se encuentra el buque que realiza las pruebas. Las ballenas de Aleta, Minke y Jorobadas pueden escuchar ese sonido porque estos artefactos utilizan la misma frecuencia que las ballenas emplean para comunicarse. Esta frecuencia de exploración de petróleo puede viajar durante varios miles de kilómetros en el océano.

Dada nuestra actual comprensión de los riesgos e impactos de la perforación mar adentro y grandes derrames de petróleo en todo el mundo, Noruega está apostando más de lo que puede hacer en el Ártico.

Por ejemplo, sabemos que no importa cómo el gobierno y la industria de seguros piensen que pueden llevar a cabo la perforación mar adentro, siempre habrá la posibilidad de un derrame de petróleo. La gente comete errores, y el equipo falla. Y hasta ahora, Noruega no ha solicitado estándares internacionales más altos en su programa de perforación exploratoria del Mar de Barents.

Por lo tanto, sigue existiendo la posibilidad real de accidentes en pozos exploratorios que podrían ser catastróficos, como el que vivimos en el Golfo de México en 2010 con el desastre de la plataforma BP Deepwater Horizon, que costó la vida a 11 tripulantes y derramó más de 4 millones de barriles de petróleo.
 
Existe el mismo riesgo en el programa de perforación del Mar de Barents en Noruega. Y si un gran derrame llegara a ocurrir aquí, causaría graves daños medioambientales de largo plazo. Como punto de comparación, tenemos el daño causado por el derrame de petróleo del Exxon Valdez de 1989 en Alaska, que persiste en la actualidad, después de 25 años.
 
También sabemos que no hay manera de contener de manera efectiva o limpiar un gran derrame marino, sobre todo en el hielo, o de restaurar el daño ambiental causado. En pocas palabras, la extracción de petróleo en el norte del Mar de Barents podría cambiar para siempre este ecosistema ártico único, que ya está luchando contra los efectos del cambio climático, la sobrepesca, la caza de ballenas y otras actividades.
 
Ayer, la Dirección Noruega del Petróleo anunció el fin de su programa de estudios sísmicos 2014 en el Mar de Barents, un mes antes de lo previsto y a pesar de no haber completado la cartografía de la zona al este de Svalbard. Esta es una gran noticia, pero probablemente no un fin a la exploración de petróleo del Ártico en aguas noruegas.
 
Se espera que Noruega tome la decisión correcta aquí, y decir "no" a una mayor exploración de petróleo en alta mar o el desarrollo en el Mar de Barents y el Océano Ártico.