No se han dicho palabras tan ciertas como las del Secretario del Interior de los Estados Unidos, Ken Salazar, quien señaló recientemente que “Shell metió la pata en 2012” durante su intento caótico de perforar en el Ártico en busca de petróleo.

En una evaluación condenatoria de las operaciones vergonzosamente ineptas de Shell en Alaska, Salazar dijo que no le permitirían a la compañía regresar sin una revisión completa de sus planes de evitar los mismos contratiempos que echaron sus operaciones a perder.

Según un análisis del gobierno de Obama, Shell -una compañía enorme con una ganancia de más de 26 mil millones de dólares tan sólo el año pasado- no estaba lista para enfrentar para las condiciones extremas en el Ártico. La mala preparación de Shell resultó en una serie de accidentes y en el encallamiento de su plataforma de perforación petrolífera Kulluk en la víspera de Año Nuevo de 2013.

La gestión de Shell fue juzgada duramente en el análisis, según el cual la compañía había fracasado en planear la corta temporada de perforación en el Ártico y cómo desempeñarse en las condiciones meteorológicas extremas de la región. En particular, su equipamiento no era suficiente.

Es evidente que, a pesar de sus promesas, Shell no está preparado para el Ártico y el gobierno de los Estados Unidos de América debería sentirse avergonzado por permitirle a esta petrolera operar como lo hizo, pero el presidente Obama ya tiene evidencia sólida para justificar la prohibición.   

En febrero pasado Shell anunció una “pausa” en su perforación en el Ártico y cada compañía petrolera será muy imprudente si creer que puede operar con toda seguridad en el frágil Océano Ártico, si lo hace debe parar y aprender de los errores de Shell.

De igual forma que ocurrió con el derrame de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon de la empresa British Petroleum (BP), un accidente en el Ártico podría resultar en consecuencias devastadoras para esa región que es tan frágil y virgen. Es tiempo de dar un paso atrás y evitar que las perforaciones petroleras aceleren el deshielo del Ártico.