Graciela me invitó a su casa en El Salto, una ciudad cercana a uno de los ríos más contaminados de México: el Río Santiago. Ella quería compartir la historia de la lucha de su comunidad por la justicia ambiental.

"Aquí, cada familia tiene, al menos, una persona gravemente enferma o ha perdido a un ser querido antes de tiempo. La gente está sufriendo. Su salud y el sustento están amenazados, mientras la industria está ganando miles de millones de pesos. ¡No es justo!". Vi un atisbo de ira y dolor cruzar por sus ojos cuando me platicó sobre su difícil situación.

Esta comunidad sabe que la gente puede ahogarse en la contaminación tóxica, pero también se pueden ahogar en la desesperación. Es un gran mérito de Graciela, su esposo Enrique, y su hija Sofía, quienes han optado por resistir en la oscuridad.

"Un Salto de Vida", o “Life-falls” en Inglés, es como la familia Enciso decidió llamar a su organización local, cuando comenzaron a protestar contra la contaminación industrial del Río Santiago en el año 2006. La razón de esto es: "Porque vivimos cerca de las cascadas y porque luchamos por la vida", dice Sofía, quien ahora lidera la lucha de su comunidad.

Cientos de fábricas vierten sus aguas contaminadas en el flujo del río Santiago, incluyendo proveedores de maquilas textiles y fabricantes de la industria electrónica. El Gobierno ha encontrado docenas de sustancias químicas peligrosas en el río, pero nadie realmente sabe cuántos productos químicos peligrosos y tóxicos pueden estar allí, y mucho menos en qué niveles. 
 
Los lugareños no saben exactamente qué tubería contaminante pertenece a cada fábrica, ni los tóxicos que están arrojando, y mucho menos las marcas que están detrás de este sucio suceso. Sin embargo, los documentos gubernamentales que fueron desclasificados por Greenpeace, revelan que los funcionarios estatales sí son conscientes de las enfermedades que la contaminación química está dejando a su paso en México.

Todos en la familia tienen un papel en la lucha diaria por conseguir que su río esté libre de tóxicos. Sofía organiza cada año un festival para despertar la conciencia ambiental y se reúne semanalmente con los jóvenes de la comunidad para darles información y para permitir que los adolescentes afectados de El Salto se expresen a través de actividades artísticas. También organiza el "tour del terror", una visita guiada para que mexicanos y extranjeros puedan ser testigos de la realidad tóxica de El Salto.

Enrique, el padre, sigue visitando la zona para examinar la contaminación del río, habla con los agricultores locales, documenta los vertidos de las fábricas y está al pendiente de cómo responden las autoridades. Él conoce cada rincón de El Salto prácticamente de memoria. Es, además, un poeta y la memoria de la familia. Enrique siempre recuerda a los visitantes y lugareños lo grande que llegó a ser el río Santiago tiempo atrás.
 
Graciela centra sus esfuerzos en la creación de alianzas con científicos, médicos, organizaciones no gubernamentales y en los asuntos legales. Ella es también es quien trata con las autoridades y las fábricas cuando es necesario.

Graciela me cuenta que nunca ha perdido la fe y los deseos de que su nieta pueda disfrutar algún día del río igual que lo hacía ella cuando era niña: como el lugar más maravilloso de la Tierra. 

Mientras escribo este blog, y después de haber visto el documental "Un Salto de vida", de Eugenio Pogolvsky, me acuerdo de una cita de un gran narrador norteamericano y activista, Utah Phillips, que dijo: "Sí, la memoria a largo plazo es la idea más radical en este país. Es la pérdida de esa memoria la que priva a nuestro pueblo de ese flujo conectivo de los pensamientos y acontecimientos que aclaran nuestra visión, no de a dónde vamos, pero sí de a dónde queremos ir". 

Tú puedes hacer la diferencia

En estos momentos, grandes marcas como Levi´s están trabajando con los proveedores en Méxic. Las investigaciones científicas que hicimos en Greenpeace, han revelado que éstos contribuyen a la contaminación tóxica en Río Santiago, otros ríos en México y en otras partes del mundo.

Levi´s tienen el poder y capacidad para detener la contaminación tóxica del agua, trabajando con sus proveedores para eliminar los productos químicos peligrosos de su cadena de producción.

Únete a Graciela, Enrique y Sofía, y muchos ciudadanos más, que estamos exigiendo el fin de la contaminación tóxica pidiendo a Levi´s se una al reto Detox para hacer moda sin contaminación