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El día de hoy diversas organizaciones, entre ellas Greenpeace, hemos presentado el documento titulado: “Manual de acciones colectivas y amparo para lograr la justicia ambiental”, un esfuerzo colectivo para que comunidades y/o consumidores afectados en su salud y medio ambiente puedan acudir ante Tribunales Federales a demandar la reparación de daños ambientales, causados por particulares y empresas públicas.

Las acciones colectivas en México, desde de marzo de 2012, permiten el acceso a mecanismos más efectivos  para la reparación del daño en materia ambiental, los cuales no existían  en la práctica. Esperamos que con estos nuevos instrumentos jurídicos las empresas y los gobiernos se comprometan con el cumplimiento efectivo  de la legislación ambiental, actuando en pro de la naturaleza,  y en la realización del derecho humano a un medio ambiente sano y el principio de quien contamina paga.

Greenpeace espera que prime la visión de prevención de los daños antes que la reparación entre los sectores industriales de nuestro país, pues muchos actores han asumido la viciada y cómoda costumbre de pagar por contaminar, al resultarles más barato.

Este es el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuyo nombre es sinónimo emergencias y daños ambientales relacionados con el petróleo. Por señalar un par de datos, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informa que, entre 1993 y 2007, en México ocurrieron 7 mil 279 percances  ambientales, entre derrames, fugas y explosiones, tanto de Pemex como de empresas del sector de la química. Es decir, 485 incidentes al año o 1.33 por día. Asimismo, en octubre de 2011, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) emitió un reporte en el que dio a conocer cifras sobre derrames petroleros ocasionadas por la paraestatal. Su informe reveló que del año 2000 al 2010 se habían cuantificado 1190 derrames.

Estas cifras no pueden ser ignoradas pues hablan claramente acerca de la ineficacia de las operaciones de la paraestatal, así como de la falta de regulaciones que sancionen y multen al organismo cuando ocurre algún vertido. Pemex y otras compañías impunemente pueden contaminar ríos, ecosistemas completos, afectar personas, dañar comunidades y continuar operando impunemente.

Ya es tiempo. Esperamos poder llevar a los responsables de contaminar  al medio ambiente ante los tribunales federales  y obligarlos a reparar los daños causados.

María Colín, asesora legal de Greenpeace México.

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