Terminando esta nueva experiencia llena de aprendizajes y de gente interesada en cuidar el medio ambiente, en otro exitoso open boat en la hermosa isla de Cozumel, abordamos el Arctic Sunrise para ir ahora a nuestro siguiente destino: Isla Mujeres. Ocho horas hicimos para llegar, algunos nos mareamos, otros como si nada, todos ayudando en las tareas diarias del barco.

Y aunque fuimos escoltados casi desde la salida de Cozumel por dos embarcaciones de la Marina Armada de México hasta la llegada a donde fondeamos en Isla Mujeres, el camino fue maravilloso, no habíamos visto un mar tan azul y limpio como el que vimos hoy, unos cuantos se sintieron un poco mal durante el trayecto, los demás, estoicamente, mantuvimos el equilibrio y a pesar de los movimientos del barco ayudamos en diferentes actividades; el barco tiene una energía increíble, hay un pedacito de cada voluntario, socio donador y staff en él; juntos hacemos el sueňo posible.

El clima del día de hoy fue más tranquilo que el de los anteriores. Las nubes están ahí, pero nos dejan ver y sentir el sol, el viento sopla y refresca, es impresionante ver la marcha del barco sobre el agua, verla saltar y sentir su vaivén.

Seguimos trabajando para buscar acuerdos vinculantes en la COP 16, que está a una semana de terminar, esperamos que los políticos responsables de decidir nuestro futuro dejen de dar un doble discurso y mejor se pongan a actuar ¡ahora!

Los voluntarios a bordo estamos atentos, no dejaremos de ejercer presión hasta el momento en que cada país se comprometa a cumplir con sus responsabilidades.