Hasta 12 horas de trabajo continuas, soportando un sol radiante, un fuerte viento... atendiendo a todas las personas que hacían fila hasta por tres horas, explicando hasta que la garganta y la voz ya no daban más, contagiando nuestra filosofía... Gracias al equipo de Greenpeace, staff y voluntarios que entregaron cuerpo y alma para que la presencia del Arctic Sunrise en Veracruz, fuera todo un éxito.