Sí, ahora más de 300 hectáreas ganaderas fueron afectadas al sur de Veracruz debido al desbordamiento de una represa que contenía desechos de perforación, lodos, aceites y otros residuos provenientes del pozo de extracción de hidrocarburos Rabasa-1, que se encuentra a siete kilómetros de la cabecera municipal de Agua Dulce.

La nota periodística alude a que este percance se debió a la intensas lluvias que en los resientes tres días se han suscitado al sur de la entidad.1) Sin embargo, el Artículo 5º, en su fracción VI, de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente menciona que son facultades de la Federación: La regulación y el control de las actividades consideradas como altamente riesgosas, y de la generación, manejo y disposición final de materiales y residuos peligrosos para el ambiente o los ecosistemas.

La ley refiere las regulaciones que deben de cumplirse y el Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos 2009-2012, en el punto 9.3 hace referencia a “Fortalecer el desarrollo sustentable del sector petrolero promoviendo la prevención y gestión integral de sus residuos, así como la incorporación de prácticas compatibles con el medio ambiente, bajo conceptos de prevención, minimización y valoración de los residuos, considerando la disposición final como la última opción de manejo”.2)

En la realidad existen serias dudas sobre la forma en que se aplican estas disposiciones. En este caso, la lluvia que es tan necesaria en el sur de Veracruz, puso nuevamente en evidencia la incapacidad de la Petróleos Mexicanos para tratar sus residuos.

Es necesario que se aplique la legislación vigente en este y los más de 55 casos de vertidos, derrames y accidentes en los que hay participación de Pemex. Además, deben revisarse de manera rigurosa los procedimientos para prevenir que este tipo de desastres se conviertan en la constante de la paraestatal. Con estos antecedentes, es inexplicable cómo es que el la Secretaría de Energía ha aprobado que la paraestatal avance en la perforación del fondo marino, para sacar las últimas gotas de petróleo más allá de los 500 metros de profundidad.

Nota:

  1. http://www.jornada.unam.mx/2012/09/27/index.php?section=estados&article=036n3est
  2. http://www.semarnat.gob.mx/programas/Documents/PNPGIR.pdf