Sobrepesca

Los mares y océanos de México y del mundo están en crisis debido a la sobreexplotación de los productos pesqueros. Cada año es menor la cuota de captura de las especies que más consumimos y esto se debe a que no se permite la adecuada recuperación de las poblaciones de pescados y mariscos.

Por ello, es importante que exista una política pesquera que mantenga un sano equilibrio económico, ambiental y social para preservar esta actividad en el país sin agotar las zonas en donde nace y se reproduce cada una de estas especies.

En México la captura per cápita de pescados y mariscos ha bajado 30 por ciento desde mediados de los años 80, lo que ha provocado una sobreexplotación de diversas pesquerías.

Por ejemplo, en el Golfo de México las capturas totales han descendido un 20 por ciento desde que alcanzaran su máximo histórico en 1987. Las pesquerías de tiburón y cazón, sierra, robalo y huachinango han descendido desde mediados de los noventa y actualmente las pesquerías como el caracol, camarón blanco y rosado, lisa, lebracha y meros tienen algún grado de deterioro debido a las prácticas no sustentables para su captura.

Las especies más importantes y que aportan el 80 por ciento del volumen total del Pacífico mexicano como la sardina, atún, camarón azul y blanco, calamar, mojarra, tiburón, jaiba, abulón, pepino de mar, lisa y erizo tienen una tendencia descendente, lo que indica un bajo potencial de crecimiento de las capturas que no se sostendrá a largo plazo.

Las pesquerías de agua dulce han descendido 30 mil toneladas (t), de 130 mil 143 a 102 mil 979, un promedio de 2 mil t menos por año. Para la lobina, la disminución ha sido del 65 por ciento y para el charal de 90 por ciento. Por ejemplo, en el lago de Pátzcuaro donde se capturaban 2,500 t, actualmente se capturan alrededor de 100 t. A pesar de ello no fue hasta el 2 de marzo del 2009, que el gobierno publicó una norma para regular los recursos pesqueros de este lago.

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