Feria Campesina en defensa del maíz y el frijol

Noticia - 11 noviembre, 2007
Del 8 al 10 de noviembre, cientos de productores de maíz y frijol de todo el país participaron en la Feria Nacional Campesina, en el Zócalo de la Ciudad de México. La feria, convocada por la campaña nacional en defensa del maíz, formó parte de las acciones para reactivar el campo mexicano y defender la soberanía alimentaria frente a los riesgos que representa la libre importación de granos como el maíz y el frijol y alimentos como la leche en polvo, que el TLC pretende abrir a partir de enero del 2008.

Feria de productos orgánicos.

Durante la feria hubo talleres, conferencias, mesas redondas, música, actividades culturales y puestos de comida elaborada con productos llevados directamente del campo para los consumidores, sin intermediarios y a precios accesibles. Asimismo, se instaló el tianguis del libro “Para leer con libertad”.

Estas actividades son parte de la oposición a que el próximo 1 de enero de 2008 entre en vigor la libre importación de alimentos, sobre todo de Estados Unidos, según lo establece el TLC.

"El maíz estadounidense es barato, forrajero y transgénico, que en ese país se usa para alimentar al ganado pero que es de muy mala calidad y poco recomendable para consumo humano. Esas semillas competirán con las de origen mexicano cuya riqueza en variedad genética es inigualable en el mundo entero, lo cual pondrá en peligro nuestra biodiversidad agrícola”, explicó la investigadora Cristina Barros.

Desde 1982, el gobierno apostó a la importación de semillas baratas para satisfacer la demanda interna en clara afectación de los productores nacionales. Desde 1994, con la firma del TLC, se ha golpeado duramente a los campesinos de México, a sus familias y a sus actividades, que son base y sustento de nuestra alimentación e identidad.

“El gobierno federal no ha cumplido sus promesas de que esta política alimentaria traería el fin del hambre de nuestro pueblo; actualmente 20 millones de mexicanos y mexicanas padecen hambre, a pesar de que nuestra tierra es rica en recursos. Esos gobiernos han faltado a su deber en defensa de los intereses y la soberanía nacionales; han condenado al olvido a los productores campesinos y, con ello, a todas y todos los habitantes de nuestra nación. La libre importación de alimentos y granos básicos será un desastre económico, político, social e incluso cultural para México”, señaló Victor Suárez, de Anec.

De consumarse la apertura del TLC a los granos mexicanos, aumentarán gravemente los problemas en el campo nacional al intensificar:
  • la dependencia alimentaria;
  • la pérdida de la rentabilidad agropecuaria por la insultante desventaja de competencia entre los productores nacionales y los extranjeros;
  • el abandono generalizado del agro nacional y, por consiguiente,
  • la migración (casi 600 mil personas al año) a las urbes nacionales y
  • el desempleo en el sector agropecuario, el cual supera ya los 2 millones de plazas perdidas desde 1994,
  • así como un grave riesgo de contaminación de nuestras 59 variedades de maíz nativo por la importación de maíz transgénico.
"En Estados Unidos no existe una política de segregación de las semillas tradicionales y las transgénicas. En las importaciones que realiza México el maíz entra "a granel", sin mediar ningún tipo de control ni existir una postura definida en materia de bioseguridad por parte de las autoridades competentes, lo cual pone en riesgo de contaminación al maíz mexicano, ya que nuestro país es centro de origen del maíz", señaló Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.

Diversas organizaciones civiles están impulsando la campaña nacional “Sin maíz no hay país; sin frijol tampoco; pon a México en tu boca en defensa de la soberanía alimentaria y por la reactivación del campo” y buscan recolectar un millón de firmas ciudadanas para demandar al Poder Legislativo que impida la aplicación del TLC en materia agropecuaria, de la misma manera que los gobiernos de Canadá y Estados Unidos lo hicieron por así convenir a sus intereses con los apartados forestal, laboral y de transporte terrestre.

Firmar en defensa del campo

Firma en defensa del campo mexicano y de la soberanía alimentaria.

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