Noticia - 6 marzo, 2009
La campaña nacional “Sin maíz no hay país” sigue creciendo y sumando fuerzas; la diversidad de varios sectores de la sociedad nos plantea una lucha integral, estudiantes, amas de casa, campesinos, ambientalistas, científicos, intelectuales y artistas, pusieron su granito de maíz para exigir la protección del mismo
Activistas de Greenpeace México, en una de las preparaciones del gran mapa de nuestra República Mexicana hecho totalmente de maíz
Activistas, ciberactivistas y socios de Greenpeace México forman un mapa de maíz gigante en la plancha del Zócalo para exigir al gobierno de Felipe Calderón el cumplimiento del Protocolo de Cartagena del que es signatario
Cuando llegó el maíz al Zócalo capitalino, se realizó una ceremonia para bendecirlo y entonces comenzar a darle forma al mapa de México
Cerca de 200 activistas, socios, ciberactivistas y miembros de las organizaciones que componen la campaña de Sin maíz no hay país, hacen un gran mapa de maíz para exigir que el gobierno mexicano haga su trabajo como signatario del Protocolo de Cartagena
Con 32 toneladas de maíz criollo, activistas de Greenpeace México realizan un gran mapa de México, en el marco de una de las reuniones del Protocolo de Cartagena que se llevan a cabo en el Distrito Federal
Activistas de Greenpeace México realizan un gran mapa de maíz en la plancha del Zócalo capitalino para decir no al maíz transgénico en centro de origen
En un espacio de 4 mil 500 metros en el Zócalo capitalino, activistas de Greenpeace y otras organizaciones de la campaña Sin maíz no hay país, colocan 32 toneladas de maíz para formar un gran mapa de México y exigir que el gobierno cumpla con las leyes ambientales
Queremos reiterar nuestro reconocimiento a todas y todos aquellos que participaron en la “velada por el maíz”. El éxito de esta gran acción colectiva se debe a la suma de voluntades y de convicciones.
Ahora sabemos que la campaña nacional “Sin maíz no hay país” sigue creciendo y sumando fuerzas. La diversidad de varios sectores de la sociedad nos plantea una lucha integral, estudiantes, amas de casa, campesinos, ambientalistas, científicos, intelectuales y artistas, pusimos su granito de maíz para exigir la protección del mismo.
El diseño del México de maíz de Mauricio Gómez Morin, su entusiasmo y compromiso y el trabajo de todas y todos le dio gran fuerza a la exigencia al gobierno federal del reconocimiento de todo el territorio mexicano como centro de origen y diversidad del maíz y en consecuencia la prohibición del maíz transgénico.
La aportación de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras del Campo (ANEC) de maíz mexicano de varios estados y de varios productores tuvo la intención de evidenciar la importancia de la producción campesina de maíz 100 por ciento mexicano, contrario al falso argumento del gobierno federal de que nuestro consumo interno únicamente puede ser abastecido por importaciones de maíz transgénico proveniente de Estados Unidos y de la implementación de cultivos transgénicos. Es urgente la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el cual representa un problema de vulnerabilidad para la producción campesina.
El maíz que utilizamos en esta actividad se recuperó en su totalidad, se cribó y encostaló por la ANEC y la organización Semillas de Vida para su reutilización para diferentes fines.
La intención de utilizar maíz para la elaboración del mapa fue mostrar que la producción campesina es capaz de incrementarse a través de políticas de fomento para este tipo de producción y de voluntad política, no de importaciones ni de la imposición de cultivos transgénicos que beneficiarán a las empresas transnacionales que detentan su patente.
En el marco de la reunión del Protocolo de Cartagena que se llevó a cabo en la Ciudad de México, en la que los países parte trabajarían en la elaboración de un régimen de responsabilidad y compensación de los daños que ocasionan los transgénicos al medio ambiente y a la salud humana, la acción tomo una gran relevancia.
Lamentablemente la falta de voluntad de los gobiernos y la gran presión de la industria biotecnológica no permitió llevar a su fin la elaboración del régimen por lo que se pospuso para una próxima reunión a llevarse a cabo en Kuala Lumpur, Malasia hasta el año 2010.
Sin un régimen de responsabilidad y compensación, el medio ambiente, los campesinos y los consumidores quedamos en un estado de vulnerabilidad ante el riesgo que presenta el maíz transgénico en el centro de origen y diversidad del maíz.
“Sin maíz no hay país”
Pongamos un granito de maíz y exijamos su protección
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