Hacen guacamole los bosques en Michoacán

Noticia - 5 agosto, 2010
En Michoacán, la falta de coherencia entre las políticas públicas vinculadas al uso de suelo y los recursos forestales está permitiendo la transformación de los ecosistemas de la zona en monocultivos de aguacate, es decir, está convirtiendo los bosques en guacamole.

Los datos existentes sobre la acelerada deforestación en la entidad dan cuenta del criterio mercantil sobre el uso de la tierra: en los 11 municipios donde se concentra 95 por ciento de la región productora de aguacate, se perdió, de 1990 a la fecha, casi 40 por ciento de los bosques de pino y encino a una tasa del 3 por ciento anual, tan sólo en la franja de 1,200 y 2,500 metros sobre el nivel del mar.

En 1968, la superficie total dedicada al cultivo del aguacate en Michoacán comprendía 13,350 ha. Esta superficie aumentó en más de 170 por ciento para 1975 (23,000 ha); 250 por ciento más para 1980 (58,800 ha); 130 por ciento para el año 2000 (78,500 ha) y 110 por ciento en los 6 años siguientes (86,500 ha hasta el 2006). Es decir que desde 1968, y sin contar  las miles de hectáreas de bosques que desde 2006 a la fecha han sido transformadas, la superficie en que se cultiva este fruto en la región ha aumentado cuando menos en casi 650 por ciento.

La falta de coherencia y coordinación entre las dependencias involucradas en los sectores agropecuario y forestal, la Procuraduría Agraria, el Registro Agrario Nacional, la Comisión Nacional Forestal, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, ha impulsado el cambio de uso del suelo y el mercado ilegal de tierras forestales, toda vez que no hay registro de ninguna autorización de cambio de uso del suelo con fines agrícolas en la zona desde 1980 (3). Es decir, las plantaciones aguacateras han avanzado sobre los bosques al amparo de la falta de una política forestal clara, la burocracia, los vacíos, la multiplicidad de dependencias y la ilegalidad.

La acelerada deforestación provocada por la sustitución de bosques para sembrar huertas de aguacate es todavía más preocupante en un contexto de cambio climático. De acuerdo con un estudio realizado por investigadoras de la UNAM, un aumento de la temperatura global de 2 °C en promedio y una disminución de 10 por ciento en la precipitación, pueden ocasionar cambios en el 50 por ciento del territorio mexicano, a tal magnitud que la vegetación de zonas templadas, como los bosques de pinos y encinos, se verían seriamente afectados provocando una reducción en su distribución y podrían ser desplazados por otro tipos de vegetación que toleran condiciones ambientales más áridas.

Si en esta proyección se considera que los bosques deteriorados y fragmentados son más vulnerables al cambio climático, entre 60 y 70 por ciento de los bosques templados se podrían ver afectados en el futuro. Esto a su vez provoca una especie de círculo vicioso: la deforestación por un lado aumenta la emisión de CO2 a la atmósfera, este aumento en la concentración de CO2 incrementa y acelera los cambios en el régimen climático, aumentando la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos (sequías e incendios) que ponen en riesgo a los bosques templados. Si se piensa esto en el contexto de deforestación que afecta en la actualidad a los bosques de Michoacán, la situación es alarmante.

Además, la acelerada pérdida de bosques en Michoacán puede tener otras graves repercusiones para la población del estado, resultantes de la pérdida de la biodiversidad que albergan, de los importantes recursos biológicos que proveen, así como de muchos otros servicios como la captura, retención y distribución del agua, y la retención del suelo, que previene deslaves e inundaciones.

A pesar del interés que el presidente Felipe Calderón ha mostrado en las discusiones a nivel nacional e internacional  por el tema ambiental, la política del gobierno mexicano está centrada en el fomento a la reforestación y el establecimiento de plantaciones forestales comerciales, es decir, falsas soluciones como la principal vía para hacer frente a la deforestación y al cambio climático.

Aunque Calderón asegure que se ha hecho un esfuerzo sin precedente del cual se siente orgulloso y de haber recibido, en 2008, el Certificado Global de Liderazgo en Materia Ambiental, México sigue siendo uno de los 5 países a nivel mundial que más rápidamente pierde sus bosques y selvas.

 

Mira nuestra galería sobre la deforestación en Michoacán

Categorías
Etiquetas