En la ciudad de Chihuahua participaron 12 adolescentes y en el Distrito Federal 18. En ambas actividades ellos señalaron la incongruencia de CFE al anunciar la construcción de nuevas centrales de generación de electricidad que usen gas o petróleo, sin tomar encuenta que México ya es un país altamente vulnerable al cambio climático, por ello, entregaron una carta señalando que en un contexto de cambio climático no es posible que CFE siga apostándole a las energías sucias.
© Greenpeace / Agustín Martínez
Jóvenes activistas de Greenpeace, llegaron a las instalaciones de CFE en la Ciudad de México, para exigir que se invierta más en las energías limpias, como la solar.
A pesar de que Chihuahua es uno de los estados con más alto potencial de radiación solar de nuestro país, el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) 2010-2024, elaborado por la CFE, tiene contemplada la licitación para construir y operar de la central Norte II con tecnología de ciclo combinado para generar energía eléctrica, bajo el esquema de PEE (Productor Externo de Energía, con una capacidad de 459 MW.
La irradiación solar en México es de 5 kilowatts hora, por día, por cada metro cuadrado (kWh/día/m2). De acuerdo con el documento Energías renovables para el desarrollo sustentable en México elaborado por la secretaría de energía y por la cooperación técnica alemana, en 2009, bastaría un cuadrado de celdas solares de 25 km por lado, en el desierto de Sonora o Chihuahua, incluso con una eficiencia de 15% en su funcionamiento, para generar toda la energía eléctrica que requiere hoy en día el país.
CFE está a tiempo y puede dar marcha atrás a sus planes de construcción de esta nueva central, y en vez de ello debe incrementar la participación de energía solar dentro de la matriz energética nacional. Es absurdo construir una central basada en combustibles fósiles en Chihuahua, uno de los estados con más alto potencial solar.
Durante el periodo de 2005-2009, el gobierno federal otorgó 126,252 millones de pesos en subsidiar electricidad obtenida de combustibles fósiles, cantidad que sería suficiente para instalar equipo fotovoltaico que brindara electricidad a un millón de casas en México, sin contribuir al incremento de la temperatura global del planeta.
Sólo durante 2008, los subsidios a electricidad, gas LP, gasolina y diesel alcanzaron un máximo histórico de 392 mil millones de pesos (2). De continuar canalizando subsidios a combustibles fósiles, se afectará la rentabilidad de sistemas mucho más eficientes como los calentadores solares y alternativas que usen fuentes de energía renovable, cuyo único incentivo otorgado hasta ahora es el fondo para la transición energética que cuenta con 3000 millones de pesos anuales establecidos en la Ley para el Fomento de Energías Renovables y Financiamiento para la Transición Energética.
CFE también planea altas inversiones para futuras centrales basadas en combustibles sucios: alrededor de $71,886 millones de pesos, mientras que las inversiones para energías renovables, como la eólica y la geotérmica, representan apenas la mitad de dicha cantidad (37,457 millones de pesos).
Peor aún, otro tipo de energías renovables, como la solar, ni siquiera se encuentran contempladas dentro del plan de CFE para incrementar su participación dentro de la matriz energética nacional y esta nueva central, que se pretende construir en Chihuahua, requerirá una inversión de $590,995 millones de dólares.
© Greenpeace / Jasmín García
En Chihuahua, 12 chavos activistas de Greenpeace, exigieron a la CFE que emplee la energía solar para producir electricidad y así combatir el cambio climático.