Enfrentan un juicio por defender a las ballenas

Noticia - 17 febrero, 2010
Este 15 de febrero, en Japón comenzó la primera parte del juicio contra los activistas Junichi Sato y Toru Suzuki que denunciaron la venta ilegal de carne procedente del Santuario Ballenero de la Antártida

El director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, junto a la escultura de hielo de la dama de la justicia en Aomori, Japón, exige un juicio justo para los dos activistas nipones

Firma la ciberacción (en inglés) para exigir un juicio justo

Esta primera parte del juicio dejó en evidencia a la acusación, que difícilmente pudo probar sus propios argumentos y cuyos testigos se han visto obligados a darle la razón a la defensa de Junichi y Toru en los puntos clave.

Del mismo modo, se han contradecido en las declaraciones públicas realizadas con anterioridad en las que habían insistido en que “que no existía ninguna práctica de entregar como obsequio carne de ballena a los tripulantes de los balleneros”.

Ayer admitieron bajo juramento que, a raíz de las denuncias realizadas por Greenpeace en 2008, se ha dejado de realizar esta práctica.

"Es la primera vez que el Grupo de trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas ha emitido una resolución de este tipo en Japón. Es algo sin precedentes. El fiscal debe tomar en cuenta que los derechos humanos de los activistas no se respetaron", dijo Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos y costas de Greenpeace México.

La acusación también llamó a declarar al gerente de la empresa de mensajería Seino Transport, la cual repartió las cajas con la carne de ballena en abril de 2008, una vez que la flota regresó del Santuario Ballenero de la Antártida. En su declaración, confirmó que pagó al propietario de la caja cerca de 30 mil yenes de su propio bolsillo y no registró el pago. También admitió que el propietario le había indicado que la caja contenía alimentos y no el “cartón” que figuraba en el albarán.

"Las pruebas acerca de la exposición de malversación de fondos de fondos públicos ha sido la misma durante los últimos 18 meses, sin embargo el relato ofrecido por los testigos, no resisten al escrutinio de un día. Es claro que la versión oficial de la verdad no puede ser de confianza y que la investigación originalmente iniciada por Junichi y Toru se debe de iniciar inmediatamente”, dijo Sarah Burton, directora adjunta de programas y abogada de Greenpeace Internacional, quien asistió al juicio en Aomori.

La fiscalía también cuestionó al administrador de correo del "Transporte Seino", empresa que enviara las cajas de carne de ballena por todo Japón en abril de 2008 una vez que la flota regresara del Santuario Ballenero Austral.

En su testimonio confirmó que había pagado al propietario de la caja de carne de ballena cerca de 300 dólares de su propio bolsillo, y no registró este pago. También admitió que el propietario le había dicho que la caja contenía alimentos y no el "cartón" que aparece como descripción en la hoja del contenido.

"Este juicio no se trata sólo de una caja de carne de ballena, es el respeto a los derechos humanos, de defender el derecho internacional y tener la libertad para llevar a cabo las investigaciones legítimas de interés público ", añadió el Dr. Kumi Naidoo, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional.

La audiencia del juicio se volverá a reunir el 8 de marzo, cuando los testigos de la defensa serán llamados, como miembros de la tripulación de la flota ballenera y el experto en derecho internacional, el profesor Dirk Voorhoof.

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