Amenazan explotación petrolera y sobrepesca la vida en el Ártico

Noticia - 13 julio, 2010
Luego de dos meses de navegar en las aguas del Océano Glacial Ártico y de confirmar que fenómenos como la acidificación, un proceso causado por la absorción de los océanos de bióxido de carbono (CO2), y el cambio climático representan serias amenazas para la vida existente en esa zona, Greenpeace demanda la inmediata moratoria sobre la actividad industrial en el Océano Ártico.

El cambio climático hace que el hielo del mar se derrita y el Océano Ártico está siendo objeto de amenazas cada vez mayores ante la ampliación de actividades industriales, incluida la pesca y la exploración de petróleo y gas.

"Permitir que las flotas pesqueras industriales aprovechen el derretimiento del hielo para  avanzar hacia el norte coloca a estos increíbles hábitats en riesgo de destrucción, incluso antes de que hayan sido debidamente estudiados", advirtió Frida Bengtsson, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace Noruega.

El Océano Ártico es un ecosistema rico en organismos tales como corales blandos, anémonas de mar y tunicados. "Los gobiernos deben ponerse de acuerdo y debemos darle protección real ante la doble amenaza de la explotación de recursos y el cambio climático", continuó Bengtsson.

Greenpeace insta a los gobiernos a no ignorar la devastación causada por el derrame de petróleo del Golfo de México y la caída del número de ejemplares de algunas especies de peces como el bacalao del Atlántico debido a la sobrepesca. Se debe aprender de estas lecciones y se deben aplicar controles para proteger el Ártico, incluyendo una moratoria internacional sobre todas las actividades industriales.

El Ártico bajo presión

El Esperanza se encuentra en el Océano Ártico, al norte de Svalbard, Noruega.

Asimismo es necesario lograr una inmediata y sustancial reducción de las emisiones de gases invernadero si queremos evitar la devastación de los ecosistemas marinos ya que, de acuerdo con los resultados obtenidos de éste, el mayor experimento realizado en el océano sobre acidificación, de seguir emitiendo CO2 al ritmo actual, la acidez oceánica y los organismos marinos experimentarán cambios más allá de lo que han experimentado en los últimos 20 millones de años de su evolución.

"Los gobiernos reunidos en Cancún, México en diciembre para la próxima ronda de negociaciones sobre el clima de la ONU, deben agregar la acidificación de los océanos a la lista de razones de peso para lograr un acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante para reducir las emisiones de CO2", concluyó Bengtsson.

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