Florida, a merced del derrame en el Golfo

Noticia - 7 junio, 2010
El petróleo derramado por la plataforma de British Petroleum en el Golfo de México cumple 59 días... En este tiempo la mancha viajó 80 km desde mar adentro, para llegar a la costa de Venice, en Louisiana. De ahí recorrió la zona costera contaminando el delta del río Mississippi, las playas de Alabama y ahora está amenazando las blancas playas de la Florida.

En este tiempo Greenpeace ha documentado los daños dejados por el crudo en aves migratorias que viven en zonas de reserva, como la de Grand Isle, en Louisiana, donde los pelícanos, playas y el agua están llenos de aceite del derrame. Esta zona es de gran importancia económica por la actividad pesquera y turística que ahí se desarrolla...

Está muy cerca de Port Fourchon donde hace unas semanas unos activistas de nuestra organización fueron arrestados por hacer una protesta pacifica exigiendo a British Petroleum se haga responsable por los daños totales que deje este derrame que no para...

Pelícanos cubiertos de petróleo

En la bahía de Barataria, los pelícanos son seriamente afectados por el petróleo derramado tras la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, de la empresa inglesa British Petroleum. El derrame ocurrió el 20 de abril a 80 km de la costa de Venice, en Louisiana.

Sin embargo, Greenpeace, junto con el biólogo Rick Steiner pudo documentar los daños en Bird Island y Grand Terre, también en Louisiana. Bird Island es una reserva nacional de vida silvestre en la que habitan cientos de pelícanos que están en temporada de anidación, muchos de ellos fueron afectados por el petróleo. Pelícanos marrón, ave insignia de Louisiana y pelícanos blancos intentan asicalarse el crudo de entre sus alas, pero sólo consiguen ingerirlo y enfermarse.

En Grand Terre, las cantidades masivas de petróleo se han quedado en la playa y cubren casi dos tercios de la isla. En algunas partes el charco de petróleo es superior a los 15 cm de espesor y tiene casi un metro de largo por metro y medio de ancho.

El fotógrafo y videógrafo que acompañan a Greenpeace han sido advertidos por las autoridades locales y por empleados de BP de no acercarse a la playa de Grand Terre, que a pesar de ser pública, casi no tiene turistas, en vez de ello está llena de trabajadores que están tratando de limpiar el derrame petrolero.

Los delfines siguen cruzando por las zonas donde está el derrame y al momento no se les ha encontrado muertos, pero esto no significa que no haya efectos secundarios para estos mamíferos.

En equipo de Greenpeace Estados Unidos estará en Pensacola, Florida, documentando los impactos que deje el derrame, que aún no está en las playas, pero que amenaza cada vez más con acercarse.