Noticia - 8 junio, 2010
Mientras la caza ilegal continúa en el Santuario Ballenero Austral y las amenazas a la vida marina son cada vez mayores, hoy, Día mundial de los océanos, se intenta condenar a los defensores de los mares por denunciar la corrupción gubernamental en el corazón de la industria ballenera de Japón.
Hace dos años los activistas de Greenpeace, Junichi Sato y Toru Suzuki, interceptaron una caja con carne de ballena que fue entregada en calidad de evidencia a la fiscalía de Tokio como parte de las pruebas contundentes para demostrar la caza ilegal de ballenas y malversación de fondos en Japón. Ambos fueron detenidos y a pesar de estar demostrado el interés público de esa acción, el fiscal que lleva el caso pidió al Tribunal de Distrito de Aomori condenar con un año seis meses de cárcel a cada uno. El veredicto y la sentencia final se dará a conocer el 6 de septiembre.
De ser ratificada por el Tribunal, ésta sería la condena de privación de la libertad más larga impuesta a un activista de Greenpeace.
"Hemos actuado con toda tranquilidad y sólo con un fin de interés público. Como signatario de tratados internacionales de derechos humanos, Japón debe respetar nuestro derecho a tomar las medidas y confiamos en que el Tribunal reconozca esto en su decisión final", afirmó Junichi Sato.
"Cualquier pena de cárcel impuesta a los activistas es muy preocupante. Expertos en derechos humanos han considerado que este caso tiene una motivación política y es otro ejemplo de una tendencia creciente entre las autoridades a nivel mundial de utilizar la ley para silenciar la oposición inconveniente", denunció Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional.
"Hoy quedó expuesto ante el mundo que el sistema de justicia en Japón sólo sirve a los intereses comerciales; resulta sorprendente que se castigue la defensa de nuestro medio ambiente y que se trate como delincuentes a ciudadanos que ejercen su derecho de protestar pacíficamente. Hemos comprobado que la impunidad ambiental y la violación de los derechos humanos de los activistas ambientales no es un tema exclusivo de México", señaló Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace México.
En este día mundial de los océanos Greenpeace hace un llamado al nuevo primer ministro de Japón, Naoto Kan, a hacer lo que no pudo su antecesor, Yukio Hatoyama: demostrar que Japón puede ser un líder mundial en la defensa de los derechos humanos y de la sociedad.