La industria petrolera, fuera del futuro energético de EU

Noticia - 26 mayo, 2010
Greenpeace dio la bienvenida al anuncio que hizo el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, para garantizar que un desastre petrolero como el causado por la empresa British Petroleum en el Golfo de México no vuelva a repetirse; pero la organización ambientalista también pidió a Obama que esta postura no dure sólo seis meses.

El derrame en el Golfo de México ha llegado a las desembocaduras del rio Mississippi

Es muy importante que en estos momentos Obama haya reconocido que, de alguna manera, el origen de este tipo de desastres se debe a la relación “cercana y a veces corrupta” de la industria de petróleo con las agencias estatales responsables.

"Si seguimos permitiendo que compañías petroleras como BP y Shell intimiden y sobornen a los políticos y escriban las leyes sobre energía para su beneficio, seguiremos siendo adictos a los hidrocarburos sucios y peligrosos. El presidente Obama debe cortar relación con los grupos de presión que contaminan el debate para que podamos, finalmente, avanzar hacia una revolución de la energía limpia; esto es bueno para el país y no sólo para las corporaciones", dijo John Hocevar, director de la campaña de océanos de Greenpeace Estados Unidos.

"El anuncio de seis meses de suspensión para nuevas perforaciones en el Océano Ártico es un alivio para las comunidades y los animales que dependen de esas prístinas aguas, pero necesitamos una prohibición permanente para cualquier perforación en alta mar, no sólo en el Ártico, sino en todas las aguas de Estados Unidos. La prohibición total de nuevas perforaciones petroleras es la única manera de evitar otro desastre ambiental y social por derrames de crudo", agregó Hocevar.

Con sólo tres por ciento de las reservas mundiales, Estados Unidos consume el 25 por ciento del petróleo del mundo. Con esta tendencia, el gobierno estadounidense nunca avanzará por el camino de la independencia y la seguridad energética. En cambio, con las energías limpias sí se puede lograr este objetivo. A medida que avanza el escenario de [R]evolución energética se demostrará que sí es posible reducir la demanda de petróleo en Estados Unidos hasta en 85 por ciento, y la demanda global en casi un 70 por ciento, para 2050.

"Los estadounidenses se quedarán atrás, respecto al resto del mundo, si el presidente Obama continúa permitiendo que la industria petrolera determine la política energética de este país. Está muy claro que no se puede confiar en el sector petrolero para protegernos de los derrames de crudo, por no hablar de la protección de nuestra energía futuro. Mientras que el presidente Obama no abandone su premisa de 'nosotros necesitamos petróleo', la nación no se recuperará de la adicción a los combustibles fósiles", dijo Hocevar.

Este lunes, siete activistas de Greenpeace usaron petróleo vertido en el Golfo de México para pintar el mensaje: ¿El Ártico después?, en el puente de un buque que partiría de Port Fourchon, Louisiana en apoyo al Frontier Discoverer que apoyaría las operaciones de perforación de la empresa Shell. Los activistas se enfrentan cargos graves por hacer una protesta pacífica, mientras que ni uno solo de los ejecutivos de BP ha sido responsabilizado ni detenido por la devastación que la empresa ha causado en el Golfo de México, a las comunidades de pescadores de Luisiana y a la biodiversidad de esta región.

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