Estados Unidos... ¡No manches!

Noticia - 12 octubre, 2010
Como cínica e imprudente calificó Greenpeace la decisión del gobierno de Estados Unidos de levantar el embargo a la exploración petrolera en aguas profundas, impuesto después del derrame de hidrocarburos por British Petroleoum en el Golfo de México, con el argumento de que ahora las medidas de seguridad serán “más estrictas” para evitar futuros accidentes de este tipo.

El desastre ecológico en el Golfo de México todavía no es un caso resuelto.

Los motivos reales de la administración de Barack Obama para levantar la medida, apenas a tres meses de haber sido impuesta, obedecen a las fuertes presiones de la industria petrolera, de los gobiernos locales y a los informes en los que se señala que existe una pérdida temporal de entre 8 mil y 12 mil puestos de trabajo en la región del Golfo.

Sin embargo, esta política es completamente cínica, porque se enfoca en hacer creer a los ciudadanos que la Casa Blanca ha resuelto todos los peligros de la perforación petrolera mar adentro y que con estas medidas todo volverá a la normalidad. Sin embargo, a la fecha no existe un estudio que permita cuantificar el impacto en las costas y en las profundidades marinas luego de tres meses del derrame de hidrocarburos en el Golfo de México. Los impactos en el largo plazo no han sido tomados en cuenta al anunciar el levantamiento de la moratoria.

La desición es irresponsable e imprudente porque los científicos ni siquiera han evaluado el impacto ecológico de la catástrofe de BP y el petróleo sigue siendo arrastrado a la costa del Golfo, como lo ha constatado la expedición de Greenpeace con el barco Arctic Sunrise.

La industria del petróleo quiere que este desastre desaparezca de la agenda de la Casa Blanca, pero la mayoría de la gente se pregunta ¿en qué está pensando el gobierno de Obama al levantar esta medida?

Para México este también debe ser un llamado de alerta, porque la exploración de aguas profundas no ha dejado de ser riesgosa, y aunque aumenten las restricciones, eso no evitará catástrofes en el futuro, como las ya ocurridas en aguas someras con Petróleos Mexicanos. Nuestro país tiene más opciones para generar energía limpia, con fuentes como la solar o eólica. Es el momento de cambiar hacia estas fuentes y dejar de generar más contaminación en los ecosistemas y más carbono que atente contra el clima.