Noticia - 2 septiembre, 2010
Una plataforma de petróleo y gas de la corporación Mariner Energy estalló la mañana de este jueves en el Golfo de México, frente a las costas de Luisiana, lo que desató un incendio y un derrame de petróleo.
Acciones para sofocar el fuego en la plataforma petrolera Vermilion 380, en el Golfo de México.
A decir de la guardia costera de Estados Unidos, el accidente en la plataforma Vermillion Oil Rig 380, no parece ser tan grave como el ocurrido con la plataforma de British Petroleum (BP) en abril pasado, sin embargo, existe un rastro de petróleo de 30 metros por 1.8 kilómetros. Los 13 miembros de la tripulación fueron evacuados y sólo reportan un lesionado. El fuego ha sido contenido pero no sofocado.
La plataforma, que cuenta con siete pozos que producen petróleo y gas natural, está ubicada a más de 90 millas al sur de Vermilion Bay, Luisiana, y al oeste de donde se produjo el desastre de BP.
Hasta el momento se desconoce la causa de la explosión, lo único que se sabe es que los trabajadores realizaban tareas de mantenimiento y que no estaban en producción activa. De acuerdo con Mariner Energy, hasta la última semana de agosto la plataforma producía en promedio 9.2 millones de pies cúbicos de gas natural por día y 1.400 barriles de petróleo. Mariner Energy ha participado en al menos 35 proyectos de aguas profundas en el Golfo de México y operado más de la mitad de ellos.
Este tipo de desastres son el resultado de las actividades continuas de una industria petrolera que cada vez se vuelve más sucia y peligrosa, que ha recortado presupuestos para seguridad y que toma demasiados riesgos con tal de encontrar más petróleo y hacer más y más grandes sus beneficios.
En los últimos diez años, 69 personas han muerto en plataformas de aguas profundas y se han producido 858 incendios y explosiones, de acuerdo con Mineral Management Service. ¿Hasta dónde llegaremos con la explotación del petróleo? ¿Seguiremos en riesgo por explosiones y derrames?
Cada vez que ocurre un desastre nos preguntamos cómo pudo preverse. La única manera de prevenir futuros desastres consiste en abandonar la perforación de aguas profundas, acabar con nuestra adicción al petróleo y abrazar el uso de energía limpia en el futuro.
¿Cuántas veces vamos a jugar con las vidas, economías y los ecosistemas? Es hora de que aprendamos de nuestros errores... vayamos más allá de los combustibles fósiles.