Falta información sobre catástrofe nuclear en Japón

Noticia - 14 marzo, 2011
A cuatro días del sismo y tsunami que afectó gran parte del este de Japón, la cantidad de radiación que se ha liberado en las centrales nucleares de Fukushima, debido a varias explosiones y vapores, podría provocar una mayor contaminación a las poblaciones cercanas y a la atmósfera; por ello, Greenpeace demandó al gobierno japonés mayor transparencia en los reportes de radiación en la zona, y que se hagan públicos de manera inmediata, a fin de alertar a la población.

Imagen satelital que muestra los daños en la central nuclear de Fukushima, después del terremoto y el tsunami en Japón.

Al momento es incierto el estado actual de los sistemas de refrigeración en todos los reactores afectados y si las albercas de almacenamiento de combustible están siendo resguardadas, ya que cualquier daño a éstas podría aumentar el nivel de radiación a varios kilómetros.

En la central Fukushima 1 (Daiichi), los tres reactores tienen problemas de refrigeración y los gases radiactivos están siendo ventilados periódicamente. Las Unidades 1 y 3 están siendo enfriadas con agua de mar. La Unidad 1 está severamente dañada debido a la explosión ocurrida en días pasados. Hoy lunes, ocurrió una explosión de hidrógeno en la Unidad 3, aunque los informes oficiales afirman que el contenedor interno de la planta resistió. La Unidad 3 es unos dos tercios mayor que la Unidad 1, lo que significa que los operadores de la central tienen que lidiar con una cantidad mayor  de calor en el reactor. Esta central usa 6 por ciento de combustible mixto de uranio y plutonio (MOX), que genera mucho más calor que el combustible de uranio convencional.

El combustible MOX de la Unidad 3 puede fallar más fácilmente al calentarse porque su punto de fusión es más bajo y se generan más gases en los elementos de combustible. Hay mucha menos información experimental y experiencia práctica del comportamiento de combustible MOX bajo condiciones de accidente que con respecto al combustible de uranio convencional.

Si el combustible se funde, el riesgo de reacción nuclear espontánea es más alto con combustible MOX. Se trata del peor escenario posible. En condiciones de accidente, se utiliza agua borada para refrigerarlo, pero la presencia de cantidades más grandes de plutonio fusible reduce la efectividad del boro.

Si el reactor está muy dañado, el plutonio (cuya vida media es de cerca de 25 mil años) puede llegar a dispersarse en el medio ambiente, causando una contaminación a muy largo plazo. El combustible MOX tiene cinco veces más uranio que el combustible gastado de uranio convencional.

En la central Fukushima II (Daini): las Unidades 1, 2 y 4 continúan con problemas en el sistema de enfriamiento. Los niveles de radiactividad en torno a las plantas de energía son significativamente superiores al normal, lo que indica que hay un escape radiactivo continuo. Hay reportes de altos niveles de radiactividad superiores a 100 km cerca de la central nuclear Onagawa, cuya causa no ha sido aún identificada, y se presume que podría ser contaminación arrastrada por los vientos provenientes de la central Fukushima. Hasta ahora, entre 80 mil y 300 mil personas han sido evacuadas en un radio de 20 km desde Fukushima I y de 10 km desde Fukushima II; existen reportes de que por lo menos 19 personas estuvieron estado expuestas a altos niveles de radiación.

Japón tiene 47 000 MW de capacidad nuclear instalada, cuenta con 54 reactores en 18 centrales de energía. Éstos generan el 29% de la electricidad en el país. En la costa este, cerca del epicentro donde ocurrió el sismo, se ubican cuatro centrales nucleares: Onagawa (3 reactores), Fukushima-Daiichi (6 reactores), Fukushima-Daini (4 reactores) y Tokai (1 reactor). Otra planta muy cercana a la zona de desastre, es Kashiwazaki-Kariwa (7 reactores).

El Organismo Internacional de Energía Atómica ha clasificado hasta ahora mediante la escala internacional para incidentes nucleares (INES) a los eventos ocurridos en Fukushima en categoría 4, a pesar de la falta de transparencia en las informaciones del gobierno japonés.

Planes nucleares en México

La Estrategia Nacional de Energía 2011-2025, actualmente en manos del Senado de la República y en proceso de ser ratificada por el Congreso de la Unión, establece que la energía nuclear es clave para la sustentabilidad ambiental de México en el largo plazo, e incluye la constucción de más centrales nucleares como un factor clave para dar seguridad energética y sustentabilidad ambiental al país.

Establece que una mayor participación de ese tipo de energía permitirá diversificar las fuentes y disminuir la dependencia de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.

En el programa sectorial de energía 2007–2012, la estrategia II.2.2 analiza la viabilidad de ampliar la generación de electricidad a partir de la tecnología nuclear, bajo estándares internacionales de seguridad y confiabilidad operativa, que contribuya al desarrollo sustentable del país.

La crisis potencial a la que está expuesto Japón y su población, pone en evidencia los riesgos inherentes que representa esta tecnología para la salud de las personas, los ecosistemas y para el planeta, por ello en México y en el resto del mundo debe darse marcha atrás a las propuestas para incrementar la participación de la energía nuclear.
 
En México, la Comisión Federal de Electricidad debe dejar de lado la propuesta para construir un par de centrales nucleares en Laguna Verde. La energía nuclear es cara e insegura, no es una solución a los problemas energéticos del país, ni una alternativa viable de sustitución del petróleo.

Los reactores nucleares son una fuente de energía sucia y peligrosa, y siempre serán vulnerables a la combinación potencialmente mortal de un error humano, fallas de diseño y los desastres naturales.

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