Escalan activistas chimenea en planta de carbón de Chicago

Noticia - 24 mayo, 2011
Este día, ocho activistas de Greenpeace escalaron la chimenea de 137 metros de la planta de energía Fisk en Chicago. Desde la chimenea demandaron que los operadores cerraran las sucias y peligrosas plantas de carbón de Fisk y Crawford.

Una activista de Greenpeace sostiene una manta con el mensaje "Renuncien al Carbón" en una de las chimeneas de la planta Fisk en Chicago.

Las plantas Fisk y Crawford – operadas por la subsidiaria de Edison Internacional, Midwest Generation – son de las más antiguas de los Estados Unidos. Más gente vive dentro del rango de estas plantas que de cualquier otra planta carbonífera en América; cerca de uno de cada cuatro residentes de Chicago vive dentro de un radio de tres millas de una o ambas plantas.

Plantas de energía basadas en la quema de carbón matan entre 13 mil y 34 mil personas cada año, lo que equivale a una persona cada 15 minutos. Esa asombrosa cifra incluye a los 42 residentes de Chicago que mueren a causa de la contaminación proveniente de Fisk y Crawford, y los residentes en las comunidades severamente afectadas de Pilsen (cerca de la planta Fisk) y Little Village (cerca de la planta Crawford). Según un reporte del Cuerpo Especial del Aire Limpio, los residentes están en riesgo de enfermedades del corazón, cáncer y enfermedades respiratorias debido a la contaminación proveniente de estas plantas.

“Como residente de Chicago, sé que debemos cerrar esta planta –para hacer nuestro aire más limpio, nuestras comunidades más seguras, y detener los efectos del calentamiento global. En todos Estados Unidos, empresas como Edison Internacional están envenenando a las comunidades con sus plantas carboníferas – y las personas estamos luchando para que las voces de las comunidades sean escuchadas. Nos vamos a quedar aquí hasta que Edison Internacional escuche nuestro mensaje,” dijo Kelly Mitchell, una de las activistas que escaló la chimenea de Fisk.

Además de la contaminación tóxica, las plantas de energía de carbón en Estados Unidos son la principal fuente de emisiones que causan calentamiento global, fenómeno que provocará incremento de nivel del mar, de fenómenos climáticos extremos, sequías y menor producción de cultivos. Juntos, Fisk y Crawford generan 18 veces más emisiones  que las operaciones en tierra del aeropuerto O'Hare y dos terceras partes más que las emisiones de CO2 generadas por todos los medios de transporte de Chicago.

Leila Méndez, residente de la comunidad Pilsen y afectada por esta planta dijo, “Estamos peleando por nuestras vidas. Esta planta tiene un impacto significativo en la salud de nuestras comunidades y de nuestros hijos. Estas plantas no le dan energía a Chicago; las ganancias salen del estado, y nosotros nos quedamos con la contaminación. Es hora de enfrentar a Edison Internacional y exigir más para nuestro futuro”.

A principios de esta primavera, el Consejo de la Ciudad de Chicago falló en votar sobre la Ordenanza de Energía Limpia de Chicago, la cual hubiera obligado a las plantas a volverse limpias o cerrar. “Chicago está enfrentando un obstáculo muy serio,” dijo la activista de la comunidad con base en Chicago Edyta Sitko, “o renuncia al carbón y enfrenta a los contaminadores corporativos o será la última ciudad importante de EUA con dos plantas sucias de carbón dentro de sus fronteras”.

La Agencia de Protección Ambiental está llevando a cabo una audiencia en Chicago sobre una regla que pondrá un límite a la cantidad de mercurio y otros venenos que puede emitir una planta de carbón.

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