¡Queremos soluciones reales a la crisis del agro!

Noticia - 24 enero, 2012
Alrededor de 4 mil campesinos provenientes de Chihuahua y otros 14 estados de la República llegaron hasta las oficinas de la Secretaría de Gobernación en demanda de apoyos para una agricultura sostenible, social y ambientalmente justa, un maíz libre de transgénicos y apoyos reales al campo.

Indignados del campoLa caravana de indignados campesinos, que salió de Chihuahua el 16 de enero arribó el lunes a la capital del país a caballo, en tractores y a pie después de 6 días de caravana, para exigir al gobierno federal acciones concertadas, certeras y contundentes ante la emergencia agroalimentaria y ambiental que se padece en el estado.

Los extremos del clima han mostrado sus impactos económicos y sociales de manera atroz en el estado de Chihuahua y sobre todo en la Sierra Tarahumara. Ante ello el gobierno no sólo, culpando al cambio climático, evade su responsabilidad al respecto, sino que aprovechándose de esta crisis busca reforzar un modelo agroalimentario que ya demostró no cumplir la meta de abastecer de alimentos a la población y que sí refuerza un modelo industrial que está acabando con los recursos naturales vitales para hacer producir la tierra.

“Recientemente los gobiernos federal y local han promocionado la implementación de cultivos transgénicos con el supuesto fin de hacerle frente a los extremos del clima. Irresponsablemente se niegan a ver el problema de fondo. El hecho de no contar con una reserva de semillas mexicanas ha vuelto a los campesinos dependientes de la oferta de las empresas que detentan el monopolio de las semillas híbridas”, declaró Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos.

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) ha desarrollado variedades de maíz mejoradas, las cuales son desdeñadas por la Secretaría de Agricultura quien sólo plantea la introducción de semillas transgénicas, patentadas por empresas como Monsanto, Syngenta, Pioneer y Dow AgroSciences, como la única alternativa para la producción de alimentos.

“El gobierno está dejando en manos de las empresas transnacionales una tarea que le corresponde gestionar al estado. La reserva de semillas mexicanas es fundamental para poder hacerle frente a los retos que plantea el cambio climático. Greenpeace se suma a las demandas campesinas en particular a la de un maíz libre de transgénicos”, concluyó Lara.