Día Mundial del Medio Ambiente, mucho por hacer.

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Noticia - 5 junio, 2013
México DF.- Ante una política de gobierno depredadora e industrial que favorece los intereses privados, una sociedad que participa, vigila y exige la preservación de los ecosistemas es fundamental para el medio ambiente.

© Greenpeace / Prometeo Lucero

 

La política ambiental del gobierno de Enrique Peña Nieto está atentando contra el medio ambiente al priorizar el beneficio económico, político e industrial, en detrimento de la biodiversidad de nuestro país. La administración federal ha confirmado en los hechos que el medio ambiente es moneda de cambio para la implementación de proyectos con aparente beneficio social, pero que descuidan los impactos ambientales, que posteriormente se traducen en problemas sociales, económicos y políticos para las regiones afectadas por la depredación de los ecosistemas.

En el tema de energía y cambio climático, el gobierno de Peña Nieto sigue promoviendo la producción de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) y ahora pretende reactivar el uso de energía nuclear e impulsar proyectos relativamente nuevos con altos impactos ambientales como el gas shale, en vez de buscar opciones sustentables que permitan la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que impactan cada vez con mayor fuerza y frecuencia en el clima de nuestro país. Este gobierno no ha dado pasos firmes para la apertura de la matriz energética a fuentes como la solar, eólica, geotérmica o las pequeñas hidroeléctricas.

Este gobierno tampoco ha tenido la determinación de cerrarle la puerta del campo mexicano a las grandes transnacionales de la agroindustria, que pretenden construir un gran monopolio para la comercialización del maíz transgénico, argumentando la necesidad de una mayor producción de este grano para alimentar al pueblo mexicano sin importar los riesgos para el medio ambiente y la salud humana. México tiene la capacidad para alcanzar una mayor producción con variedades mexicanas, sistemas de riego, tecnificación para el campo y programas presupuestales que realmente lleguen a los campesinos.

En el caso de la crisis hídrica que vive todo el país, el gobierno de Peña Nieto no atiende el problema de fondo: junto con el cambio climático y el descenso de la disponibilidad del agua, el desequilibrio se debe en gran parte a la sobreexplotación del agua, el manejo corporativista y la legislación correspondiente al líquido, aspecto en el que sigue siendo laxo. Mientras se siga permitiendo que en los corredores industriales del país se hagan descargas de sustancias tóxicas a los ríos, cuencas o directamente hacia el mar, no podremos detener la contaminación del agua.

Tampoco se han tomado medidas contundentes para evitar la deforestación en el país y promover el uso sustentable de los bosques. Cada año México pierde casi medio millón de hectáreas según un estudio publicado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en el Capital Natural de México.

Ante este escenario de degradación de los ecosistemas de México, que cada año le cuesta al país 7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) por daños ambientales, Greenpeace convoca a la ciudadanía a sumarse a El Poder de la Gente. Sólo con la suma de voluntades y esfuerzos de cada mexicano en la búsqueda y construcción de un mundo más verde y justo podremos realmente celebrar este día mundial del medio ambiente.

A lo largo de dos décadas de trabajo en México, Greenpeace ha denunciado y propuesto soluciones para preservar el medio ambiente. Hoy refrendamos este compromiso para seguir trabajando junto con el ojo vigilante de la sociedad civil organizada y frenar el deterioro de los ecosistemas de México y el mundo.