Nutriendo la Reforma al Campo

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Noticia - 15 julio, 2014
México D.F. - El actual modelo de agricultura que se sigue en el país no está cumpliendo con ninguno de sus objetivos que son producir alimentos sanos, suficientes y de calidad, además de ser el sustento y modo de vida de millones de campesinos por lo que la coalición Un Campo Para Nutrir a México presentó su propuesta de cara a la Reforma al Campo que debe estar basada en una política agroalimentaria con tres ejes fundamentales: nutrición y salud, acotar el poder de las multinacionales que controlan la producción y distribución no de alimentos sino de insumos para producir comida industrializada y el combate a la pobreza del sector campesino.

La coalición integrada por las organizaciones COA Nutrición, El Barzón, Fundación Mídete, Greenpeace y Oxfam, denunció que la discusión de la Reforma del Campo se está centrando en temas como productividad y competitividad y está  ignorando un tema fundamental: la salud y la nutrición de los mexicanos.

Las organizaciones señalaron que para lograr una verdadera transformación del campo en beneficio de los mexicanos, su salud y su economía y no en beneficio de las grandes corporaciones que acaparan el mercado alimenticio en el país, la Reforma al Campo debe estar encaminada a lograr una producción local de alimentos nutritivos.

La Reforma al Campo también debe estar orientada a acotar el control corporativo en la cadena de producción de alimentos.  Actualmente alrededor del 60% de mercado interno de granos está en manos de Maseca, Cargill, ADM, Bimbo, Minsa, Molinos de México, Gamesa, Altex, Bachoco, Lala y Malta de México; Nestlé y Agroindustrias Unidas de México controlan el 50% de las exportaciones de café; Bimbo y Pepsico controlan la producción de comida chatarra, y Coca Cola y Pepsico controlan el mercado de refrescos; Kellogs y Nestlé controlan el mercado de cereales, y Danone, Lala y Alpura controlan el mercado de leche; el 55% de la producción de pollo está en manos de Bachoco, Pilgrim’s Pride y Tyson; y Maseca domina con un 70% el mercado de harina de maíz y tortillas.

Por décadas las políticas del campo han estado desvinculadas de las políticas de salud. Sin haber resuelto aún los problemas de desnutrición, México transitó al sobrepeso y la obesidad generalizados entre la población, padecimientos que a su vez son causa de enfermedad y muerte. Y estas políticas tampoco combaten la pobreza en el sector campesino.

El Estado tiene la obligación y la responsabilidad de cambiar esta situación mediante el diseño de políticas públicas orientadas a hacer realidad el derecho a la alimentación, incrementar la producción alimentaria, reducir la dependencia, profundizar el financiamiento, reordenar el mercado agroalimentario, promover un desarrollo regional armónico, fortalecer la pequeña y la mediana agricultura, y aumentar la capacidad del país en materia de investigación, innovación y transferencia tecnológica, señaló Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente de El Barzón.

¿Cómo debe ser la Reforma del campo?

Las estrategias gubernamentales están destinadas al fracaso mientras no exista una política pública agroalimentaria y nutricional integral, de manera que los esfuerzos en la Secretaría de Salud sean vinculantes con SAGARPA, y a su vez, sean integrados a una política social bajo la coordinación de SEDESOL con impacto en indicadores de resultados en materia educativa, económica, laboral y de salud; todo lo anterior con base en los derechos humanos.

En ese sentido, preocupados por la falta de acceso a alimentos suficientes, nutritivos e inocuos entre la población, así como la situación del campo mexicano y de cara a la anunciada Reforma al Campo, quienes integramos la coalición Un campo para nutrir a México, proponemos abordar el sistema agroalimentario en su totalidad, desde la producción y comercialización de alimentos, hasta su aprovechamiento y nutrición. Algunos puntos fundamentales de la propuesta  de esta coalición son:

  • El Estado Mexicano debe definir una lista de alimentos prioritarios a favor de la salud humana y el crecimiento económico, e incrementar la producción y accesibilidad de los mismos
  • Incentivar la producción sustentable y justa para los campesinos, logrando la inserción a los mercados locales, regionales y nacionales
  • El Estado Mexicano debe reconocer a los pequeños agricultores como actores fundamentales a tener en cuenta en el diseño de políticas públicas, debe implementar un programa de extensionismo rural diferenciado acorde a la tipología de productores
  • Establecer mecanismos que reduzcan el consumo eléctrico y de agua
  • Monitorear y limitar el uso de agrotóxicos, así cómo el uso de fertilizantes químicos, y conservar in situ la gran diversidad de maíces tolerantes a diferentes estreses ambientales.
  • Crear una empresa pública para la distribución y venta de semillas de cultivos básicos y estratégicos con el fin de incentivar la competencia del mercado nacional de semilla
  • Fortalecer el mercado nacional con el fin de sustituir las crecientes importaciones sobre la base de incrementar los rendimientos y elevar la competitividad de la producción de alimentos.
  • Es necesaria una ley que reglamente el derecho a la alimentación para definir su garantía así como la ruta de exigibilidad y justiciabilidad
  • Establecer las condiciones indispensables para el ejercicio de la lactancia materna
  • Prohibir la publicidad de alimentos y bebidas dañinos dirigida a público infantil menor de 16 años
  • Diseñar estándares de producción de alimentos de acuerdo a las necesidades nutricionales a nivel poblacional.

 

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