#8M | "Si nosotras paramos, se para el mundo"

Noticia - 8 marzo, 2018
Este 8 de marzo Greenpeace se vuelve PurplePeace, porque la transformación social que necesita este mundo tiene que ser ecologista y feminista.

Mujeres Oficina GP MEX 8M

Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer con una huelga feminista en todo el planeta con la que Greenpeace se solidariza porque a pesar de leyes y normas, persisten las desigualdades entre mujeres y hombres. La igualdad supone la necesidad de profundizar en la democracia y en la construcción de sociedades más sanas, más justas y más desarrolladas social, económicamente y ambientalmente.

Greenpeace no sería lo que es sino hubiera existido el movimiento feminista. El sufragismo (derecho del voto) fue quien ideó la desobediencia civil, manifestaciones, interrupción de oradores mediante preguntas sistemáticas, auto-encadenamiento, tirada de panfletos reivindicativos, etcétera. Son muchas las formas de agitación que empleamos y por las que se nos reconoce en nuestra defensa por el medio ambiente.

La organización nació gracias a la idea de una mujer, Marie Bohlen. Nos hemos nutrido y aprendido de las contribuciones de científicas como Rachel Carson (La primavera silenciosa) o Donella Meadows (Límites de crecimiento), pioneras en el despertar feminista.

Por eso, este 8 de marzo Greenpeace se vuelve PurplePeace, porque ecologismo y feminismo deben ir de la mano. La transformación social que necesita este mundo tiene que ser ecologista y feminista.

 

 

En pleno siglo XXI, hay quienes afirman que la igualdad entre hombres y mujeres ha sido alcanzada, ya no existe el machismo que había hace 40 años, las mujeres trabajan en igualdad de condiciones en este país, hay “igualdad legal”, entonces ¿por qué una huelga de mujeres?

La violencia machista es la más extendida del planeta. Solo en México los datos son alarmantes, de acuerdo con las Estadísticas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer del INEGI de noviembre de 2017:

  • En 2016 se registró el asesinato de 2,813 mujeres, es decir 430 más que en 2015, lo que representa un promedio de 8 mujeres asesinadas por día durante 2016.

  • En el país, 66 de cada 100 mujeres de 15 años y más, residentes en el país, ha experimentado al menos un acto de violencia de cualquier tipo, ya sea emocional, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral, misma que ha sido ejercida por diferentes agresores, sea  la pareja, el esposo o novio, algún familiar, compañero de escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien por, amigos, vecinos o personas conocidas o extrañas.

El panorama, lamentablemente no es mejor para las mujeres defensoras de derechos humanos y periodistas, aunque  no existe estadística oficial que registre las agresiones.

 

 

Los ataques contra la integridad y la reputación son las formas más recurrentes de agresión contra las defensoras de derechos humanos en México. Destacan, la intimidación y el hostigamiento psicológicos, las calumnias, señalamientos y campañas de desprestigio, así como las amenazas, advertencias y ultimátum. También está la restricción a la libertad de expresión, la detención ilegal y el arresto.

Por todo lo anterior, nos sumamos y animamos a todas las mujeres a parar en laboral porque hay ocupaciones infravaloradas e invisibilizadas; en los cuidados porque son las mujeres las que históricamente y en la actualidad, realizan en mayor medida todas las tareas necesarias para el sostenimiento de la vida.

En el consumo, porque las mujeres -especialmente las pobres y las racializadas- se ven más afectadas por el actual sistema capitalista y el modelo de consumo-crecimiento, lo primero como trabajadoras precarias (trabajo a tiempo parcial, brecha salarial de género, etc.) Esas condiciones son las que permiten el consumo a gran escala, el consumo masivo es posible debido a la explotación terrible de las trabajadoras.

Las mujeres sufren el extractivismo y la construcción de infraestructuras que sostienen este injusto modelo económico capitalista y patriarcal. También son las defensoras de derechos humanos -como Berta Cáceres y Guadalupe Campanur Tapia- las que encabezan y lideran las luchas por el medio ambiente y una vida digna.

Para una organización pacifista esto no nos puede resultar ajeno a nuestra misión.

¡SIN EQUIDAD NO HAY PAZ!