México, D.F.- Con un gran mensaje en la Estela de Luz, Greenpeace advirtió al gobierno de Enrique Peña Nieto que de aprobar la siembra comercial de maíz transgénico en nuestro país, sembrará en el campo una “bomba de tiempo” que pondrá en grave riesgo la biodiversidad y la soberanía alimentaria de nuestro país.
Los activistas subieron a la estructura y a más de 70 metros de altura desplegaron una manta de 400 metros cuadrados con el mensaje: No OGM y una imagen de maíces de Monsanto que semejan una bomba de tiempo. Ahí permanecieron alrededor de 4 horas.
“Estamos aquí para exigirle a Enrique Peña Nieto que actúe y niegue inmediatamente a Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences las solicitudes de siembras a escala comercial de maíz genéticamente modificado”, declaró Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.
“La Estela de Luz se ha convertido en un foro de denuncia pública en donde se han señalado las malas prácticas del gobierno y los golpes que éste ha dado al pueblo mexicano. Aprobar las siembras de maíz transgénico sería un golpe más para los productores de este grano, para el medio ambiente, para la biodiversidad y para la herencia alimentaria y cultural de millones de mexicanos y sus generaciones futuras. Es decir, es irresponsable y un riesgo mayúsculo permitir este tipo de siembras en México”, abundó Lara.
El gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, debe desenmascararse y definir si está a favor de la siembra de maíz transgénico en México y de las empresas transnacionales que lo comercializan, o si defenderá al campo mexicano, a la biodiversidad y a la gente.
Hasta el momento Peña Nieto ha manejado un doble discurso: Por un lado habla de sacar a los poderes fácticos del país, pero no sólo no ha negado a las grandes trasnacionales de la biotecnología, como Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences, los permisos para sembrar maíz transgénico a escala comercial en los estados de Sinaloa y Tamaulipas; además ha recibido tres nuevas solicitudes para 28 municipios de Chihuahua, 11 de Coahuila y nueve de Durango (1), aun cuando permitirlo sería condenar toda la superficie cultivable de maíz de dichos estados, a la contaminación transgénica de maíz amarillo que es propiedad de las empresas, no de la gente. En consecuencia, si la estrategia de Peña Nieto de sacar a los poderes fácticos del país es real, entonces no puede dejar en manos de las transnacionales el control del maíz, que es un bien común de los mexicanos y patrimonio de la humanidad (2).
Hace un par de días de las embajadas de México en Alemania, Austria, Bélgica, China, Sudáfrica, España, Francia, Hungría, Italia, Israel y Rumania se entregó una misiva dirigida a los embajadores de México solicitándoles su intervención para hacer llegar a Enrique Peña Nieto la demanda ciudadana de protección a la cuna del maíz.
La industria de biotecnología está presionando desde noviembre de 2009 para que se aprueben dichas siembras con el argumento de incrementar la producción nacional del grano y responder a la urgencia de paliar el hambre en el país; sin embargo, científicos mexicanos (3) y de otros países, sobre todo de Europa (4), han advertido de los riesgos que implica cultivar maíz transgénico en México, debido a que existe evidencia de impactos irreversibles para el medio ambiente y la sociedad.
“El gobierno de la República no debe equivocarse: el maíz es un bien público, por miles de años los campesinos y agricultores del país han intercambiado y mejorado sus semillas con toda libertad. Hoy, la industria de biotecnología quiere imponer en México su modelo de negocio de maíz patentado a pesar de que existe evidencia científica de contaminación irreversible a otros cultivos convencionales de maíz (5). Sin variedades de semillas y sin libertad para elegir qué grano cultivar, el gobierno mexicano obligará de facto a campesinos y productores a sembrar sólo maíz transgénico, y entonces ese tipo de grano será la materia prima para los productos que lleguen a la mesa de los consumidores de nuestro país”, concluyó Lara.
Fuentes:
- Estatus de solicitudes de permisos de liberación al ambiente de OGM. http://www.senasica.gob.mx/. Información tomada el día 15 de mayo de 2013, a las 12:24 hrs.
- Serratos, Antonio. El origen y la diversidad del maíz en el continente americano - 2a. edición. 2012, Greenpeace. http://www.greenpeace.org/mexico/es/Footer/Descargas/reports/Agricultura-sustentable-y-transgenicos/El-origen-y-la-diversidad-del-maiz-2a-edicion/. Información tomada el 09 de marzo de 2013.
- Declaración de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad. http://www.uccs.mx/doc/g/planting-gmo-corn_es. Información tomada el día 08 de marzo del 2013.
- Los gobiernos de Alemania, Austria, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Luxemburgo y Polonia han dicho no a la siembra de maíz transgénico. Actualmente seis países lo cultivan a nivel comercial en Europa (España, Portugal, República Checa, Eslovaquia y Rumania), lo cual muestra de que la alianza de campesinos, consumidores y legisladores da resultados en la protección de la agricultura y la alimentación.
- La coexistencia sigue siendo imposible-Testimonios de la contaminación. 2008. Greenpeace. http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2010/November/greenpeace-desenmascara-las-co/. Información tomada el 09 de marzo de 2013.
Mayor información con Angélica Simón, en los teléfonos 56 87 95 95 ext.115 y 044 55 4084 5320 y al correo 