Exigen ONG’s prohibir el gas shale en México

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Boletín de prensa - 25 septiembre, 2013
México, D.F.- En el marco de la discusión de la reforma energética, la Alianza Mexicana Contra el Fracking exigió la prohibición definitiva de la extracción y explotación del gas de esquisto -conocido también como shale o de lutita- debido a que amenaza la disponibilidad de agua para millones de personas, representa graves riesgos financieros y contribuye al calentamiento global.

Asociaciones civiles y especialistas coincidieron en que apostar al gas shale como una alternativa energética solo agudizará la escasez de agua debido a que el proceso para su extracción requiere grandes cantidades de este líquido que es imposible recuperar por las sustancias químicas –muchas de ellas tóxicas y cancerígenas- con las que se mezcla.

Además se trata de un mal negocio ya que la inversión es mayor a las ganancias y al extraerlo se emite un mayor número de Gases de Efecto Invernadero, principales causantes del aumento de la temperatura en el planeta.

“En México cada pozo para extraer gas shale costaría entre 12 y 15 millones de dólares y solo se aprovecharía entre el 4.7 y 10 por ciento del gas disponible. Su precio de comercialización en el mercado internacional es muy elevado frente a otro tipo de energéticos” señaló la investigadora de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, Aroa de la Fuente.

Durante su participación en el foro "Análisis de los impactos del gas shale. ¿Cuáles son sus efectos económicos, sociales y ambientales?", realizado en la Cámara de Diputados, añadió que la industria gasífera de Estados Unidos ha reconocido que el 80 por ciento de los pozos perforados pueden resultar inviables económicamente, por lo que México debería evitar su ingreso en esta industria que a la larga representará pérdidas millonarias.

El gas shale se encuentra atrapado en sedimentos de rocas en las que abunda un mineral llamado “esquisto” que se ubican en profundidades de mil a cinco mil metros. El proceso para su extracción se conoce como fractura hidráulica o fracking, consiste en perforar la roca mediante la inyección de una mezcla de  agua, arena y sustancias químicas a presión. Se requieren de 9 a 29 millones de litros para la fractura de un solo pozo, disminuyendo así la disponibilidad de agua para los seres humanos y ecosistemas.

“De abrirse los 20 mil pozos anuales que plantea el PAN en su propuesta de reforma energética, se requeriría una cantidad de agua equivalente a la del consumo doméstico de entre 4.9 y 15.9 millones de personas en un año”, señaló Claudia Campero de la organización Blue Project Planet y Food & Water Watch.

Fabio Barbosa del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM señaló que el fracking es un tema que se ha omitido en la discusión de la reforma energética. Alertó que de llevarse a cabo este procedimiento en México se pondría en riesgo a zonas con alta densidad poblacional como ha sucedido en Argentina.

Por su parte, Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, explicó que la explotación del gas de esquisto contribuye a la aceleración del cambio climático debido a las emisiones de gas metano que se producen por ineficiencias en su extracción, procesamiento, almacenamiento, traslado y distribución.
 
“El 90 por ciento de las emisiones que se generan en todo la cadena de producción de este gas son de metano (CH4), que presenta un efecto invernadero 21 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2)”, dijo Olivera.  

En el foro también participó Miriam Grunstein del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) quien aseguró que es mejor apostar por gas convencional en lugar de tener grandes expectativas con el gas shale que ha causado graves conflictos ambientales en el mundo.

Por último, Javier Valdez, habitante de la región de los Cinco Manantiales en el norte de Coahuila,  denunció que ya han iniciado las labores de exploración pero no cuentan con Manifestaciones de Impacto Ambiental, por lo que se encuentran fuera de la ley y sin monitoreo de los impactos que puedan traer a la comunidad.

La Alianza Mexicana Contra el Fracking reiteró su exigencia a que la Reforma Energética que se discute en el Congreso aplique el principio precautorio y prohíba la extracción del gas shale y en su lugar siente las bases legales, institucionales y asigne recursos presupuestales para lograr una verdadera transición energética hacia fuentes limpias y renovables con pleno respeto de los derechos humanos.

Para más información sobre el gas shale y la Alianza Mexicana Contra el Fracking visita: http://nofrackingmexico.org

Contacta a:
- Aroa de la Fuente, Fundar Centro de Análisis e Investigación. E-mail: . Teléfono: 55 543001 Ext. 118
- Claudia Campero, Blue Planet Project y Food & Water Watch. E-mail: . Teléfono: 55 3015-6366
- Edith Martínez, Greenpeace México. E-mail: Teléfono: 5687-9595 Ext. 120 Cel. 55 39 39 35 99

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