Boletín de prensa - 29 mayo, 2014
México, D. F.- En el juego amistoso de las selecciones México e Israel en el estadio Azteca, activistas de Greenpeace desplegaron -sobre las gradas- una manta de 220 metros cuadrados, con el mensaje: “Adidas, Detox Football” (Adidas, desintoxica el futbol).
Esta protesta se realizó después de que la organización ambientalista dio a conocer una investigación (1) en la que revela la presencia de químicos peligrosos en la mercancía oficial de la Copa Mundial, producida por Nike, Puma y el principal patrocinador de este evento deportivo, Adidas.
Los resultados indican que estas sustancias dañinas, comúnmente, han sido usadas durante los procesos de producción, mismas que pueden escapar a los cuerpos de agua mediante las descargas residuales cercanas a las fábricas, pero también cuando los productos sean lavados.
“La confección de estos artículos está contaminando los ríos alrededor del mundo, impactando flora, fauna y a las comunidades donde se producen. Marcas como Adidas están haciendo a sus clientes y aficionados del futbol cómplices involuntarios de este escándalo tóxico. Pedimos a Adidas que pare el juego sucio y saque la tarjeta roja a los químicos peligrosos”, dijo Sinaí Guevara coordinadora de la campaña de Tóxicos de Greenpeace México.
La última investigación de la campaña Detox de Greenpeace incluyó zapatos hechos en Vietnam y comprados en México, en la que se encontraron productos químicos perfluorados (PFC), principalmente, ácido perfluorooctanoico (PFOA) (2); esta sustancia es persistente en el medio ambiente y puede ser peligrosa para la reproducción. En los tenis de futbol Adidas Predator se encontró la mayor concentración de PFOA, con niveles superiores a los propios límites de la marca.
También se incluyó la playera de la selección nacional, hecha en Vietnam y comprada en México, en la que se encontraron pequeñas cantidades de Nonilfenol etoxilado (NPE). Esta sustancia podría convertirse en Nonilfenol, un tóxico persistente en el medio ambiente y un disruptor endócrino peligroso, capaz de feminizar un pez macho (3).
Al mismo tiempo, desde el emblemático estadio Azteca, donde se jugaron las Copas Mundiales de 1970 y 1986, cientos de aficionados mostraron su apoyo participando en la #OlaDetox, una campaña mundial para crear la ola mexicana digital más grande de la historia, para exigir a Adidas que deje de usar químicos peligrosos.
"En 2011, Adidas se comprometió a lograr cero descargas tóxicas y respetar el derecho a la información de las personas para garantizar la plena transparencia en la cadena de suministro. Sin embargo, nuestros informes han demostrado que no están haciendo lo suficiente para cumplir con sus promesas. Adidas tiene el poder y la responsabilidad de cambiar su producción para mantener el fútbol hermoso y garantizar ríos limpios para las generaciones venideras ", concluyó Guevara.
Foto y Video disponible en:
http://greenpeace.mx/multimedia/
Carpeta: Tóxicos
Subcarpeta: México vs Israel
Reporte: www.detoxfutbol.org
Contactos:
Edith Martínez Cel. 55 39 39 35 99 / Raúl Estrada Cel. 554084 5326 / Miguel Soto Cel. 551485 3578
Notas:
(1) Tarjeta roja para marcas deportivas, Greenpeace, 2014 Disponible en: http://www.detoxfootball.org/report
(2) El PFOA es un químico poli/perfluorados que pueden producir efectos adversos para la fase de desarrollo y en la edad adulta; Esto se debe en parte a sus propiedades que produce trastornos e impacto en los sistemas reproductivo e inmunológico hormonales.
(3) Los etoxilados de Nonilfenol se siguen utilizando comúnmente por los fabricantes textiles. En los lugares donde se emplean los NPEs, los niveles que permanecen en el producto final dependen del proceso que hayan seguido, incluyendo el número de veces que haya sido enjuagado, lo que libera los NPEs en el agua residual sin importar dónde se haya fabricado la prenda. Los residuos de NPEs del también se desprenden cuando los consumidores lavan los artículos.
Greenpeace es una organización ambientalista, global, multicultural, no gubernamental e independiente política y económicamente, pues no recibe donativos ni presiones de empresas, gobiernos ni partidos políticos. En la campaña de tóxicos, Greenpeace promueve la responsabilidad extendida de los productores, la reducción y el manejo adecuado de los residuos y la sustitución de materiales peligrosos por compuestos menos dañinos para el ambiente y para la salud humana.