Megaciudades: instigadoras del agotamiento de la naturaleza, la contaminación y la desigualdad social: Greenpeace

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Boletín de prensa - 2 septiembre, 2015
- Las megaciudades también son sinónimo de oportunidad; la nueva agenda urbana debe garantizar una urbanización sostenible, integral e incluyente: ONU-Hábitat

- Las zonas urbanas consumen dos terceras partes de la energía mundial y general cuatro quintas partes de los Gases de Efecto Invernadero: especialista UNAM

México, D.F. La Zona Metropolitana del Valle de México es una de las 28 megaciudades (1) en el mundo con más de 10 millones de habitantes y como megaurbe es un microcosmos donde se concentran los problemas urgentes que enfrentamos como humanidad, donde la mayor parte de los recursos naturales se consumen y es, por lo tanto, directa o indirectamente, junto con las otras grandes ciudades del planeta una de las principales instigadoras del agotamiento de la naturaleza, la contaminación y la desigualdad social.

Ante este panorama, “modificar el modelo de desarrollo de las ciudades hacia un modelo de desarrollo sostenible es urgente si se quiere frenar el cambio climático y garantizar una mayor calidad de vida a sus habitantes”, señaló la organización ambientalista Greenpeace México.

“Desde Greenpeace no estamos en contra del desarrollo de las ciudades, pero creemos que ese desarrollo debe estar encaminado a la sostenibilidad y garantizar además calidad de vida a quienes las habitamos incluyendo salud y disfrute. Para ello, este desarrollo debe estar basado en ejes como una nueva gestión del agua, recuperación de espacios verdes, una movilidad menos motorizada que permita reducir el consumo y quema de combustibles y la consecuente emisión de gases contaminantes y de efecto invernadero que agudizan el cambio climático”, acotó Gustavo Ampugnai, líder del proyecto de Megaciudades de la organización.

En el marco del taller “Megaciudades cambiando el rumbo del Planeta”, llevado a cabo por la ONG, Gian Carlo Delgado, investigador del programa Ciudad, gestión, territorio y ambiente del Centro de investigaciones interdisciplinarias en ciencias y humanidades de la UNAM, alertó que de no tomarse medidas de mitigación, la Ciudad de México podría resentir los impactos del cambio climático en el 2031;de actuar, si bien seguiremos estando entre las ciudades más afectadas, podríamos resentir dichos impactos hasta el 2050.  Actualmente, -precisó- las zonas urbanas consumen dos terceras partes de la energía mundial y general cuatro quintas partes de los Gases de Efecto Invernadero.

Dados sus impactos es necesario que las megaciudades transiten de asentamientos de alto carbono a asentamientos de bajo carbono para lo que es necesario fomentar medidas en términos de planeación espacial como un uso mixto de suelo con cuidado de los espacios verdes y del suelo de conservación periurbano, modalidades mixtas e integradas de transporte, cuadras más pequeñas y equipadas para fomentar el transporte no motorizado.

También se requiere reducir la generación de residuos así como la integración de las energías renovables a diversas escalas y tener un manejo integral del agua, indica el investigador.

Por su parte el representante de ONU-Hábitat para México, Erick Vittrup resaltó que la nueva agenda urbana debe garantizar una urbanización, integral, incluyente y sostenible y para ser sostenible debe tener una planeación preventiva que incluya el promover el diseño de ciudades compactas, integradas incluyentes; elmejoramiento y recuperación del espacio público; promover usos mixtos compatibles, permitir la mezcla de grupos sociales; crear condiciones para la equidad; desincentivar el uso del automóvil, sí a los sistemas multimodales de transporte: BRT, bicicleta, metro; generar nuevas centralidades, reciclamiento de zonas subutilizadas y sustentabilidad Urbana.

Vittrup Christensen también resaltó el papel del ciudadano metropolitano, la aportación de la acción ciudadana frente al reto metropolitano, dijo, radica en el sentido de corresponsabilidad hacia la acción de gobernar y administrar las conurbaciones, en exigencia de eficacia hacia los gobernantes implicados y las administraciones metropolitanas y en la moderación de las demandas políticas.

Greenpeace señaló que nuestra megaciudad de México en este momento no es una megaciudad sustentable, por el contrario, actualmente se promuevan en la ciudad proyectos como los segundos pisos, el Corredor Cultural Chapultepec, el tema del doble túnel en Río Mixcoac o la planta de Asfalto que son sólo algunos ejemplos de obras que no precisamente apuntan a un desarrollo sostenible de la ciudad, a impulsar una movilidad menos motorizada, a promover más áreas verdes y o zonas permeables para la recarga de los mantos acuíferos sobreexplotados  en lugar de privilegiar las edificaciones y el concreto.

A pesar de los problemas ambientales de esta ciudad, Greenpeace considera que la Ciudad de México tiene un enorme potencial para transformarse en una megaciudad sustentable, resiliente al cambio climático, más habitable y que ponga a las personas en el centro de su interés. Para ello se deben impulsar  la movilidad no motorizada a nivel de calle  para realmente reducir el gasto energético de la ciudad y las emisiones de GEI; fomentar e impulsar proyectos que permitan recuperación de zonas verdes urbanas y la recarga de la cuenca.

En tanto el periodista y comunicador Héctor Zamarrón, enfatizó el papel que tienen los medios de comunicación en contar historias del tipo de ciudad que queremos construir a fin de presionar y motivas la toma de decisiones a favor de una ciudad más humana.

Notas:

Las megaciudades son núcleos urbanos con más de 8 millones de habitantes  y con una densidad demográfica mínima de 2 mil habitantes por kilómetro cuadrado (hab/km2) http://www.un.org/es/development/desa/news/population/world-urbanization-prospects-2014.html

Mayor información con Angélica Simón, coordinadora de comunicaciones al 0445540845320 y al correo