La planta de incineración en el Bordo empeorará la calidad del aire en la CDMX

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Boletín de prensa - 19 abril, 2017
-Organizaciones rechazan la instalación de un incinerador de basura en la CDMX, pues emitiría gases tóxicos y metales pesados con impactos en la salud pública.

-Las autoridades de la ciudad deben implementar soluciones que reduzcan la generación y fomenten el reciclaje de la basura, en lugar de quemarla.

(Ciudad de México, a 19 de abril de 2017).- La Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México, a través de su titular Jaime Slomianski Aguilar, dio a conocer este miércoles 19 de abril que el consorcio Proactiva Medio Ambiente S.A. de C.V.-Veolia tendrá a su cargo el diseño, construcción, puesta en marcha, operación y mantenimiento de una planta de termovalorización, con la intención de proveer energía al Sistema de Transporte Colectivo-Metro a partir de la basura en el Bordo Poniente.

Organizaciones ambientalistas como Fronteras Comunes, Greenpeace, la Red Internacional Global Alliance for Incinerator Alternatives, el Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad (LIDECS), y el Frente de Comunidades en Contra de la Incineración (conformado por diez comunidades desde San Luis Potosí hasta el Estado de México) consideran que esta planta aprobada por el gobierno de la Ciudad de México no es una solución, debido a que ocasionaría daños a la salud humana y a los ecosistemas locales a través de, principalmente, un empeoramiento de la calidad del aire.

“No debemos tener un incinerador de basura en la Ciudad de México ya que, debido a sus emisiones contaminantes, aumentarían los riesgos de daños a la salud, la carga corporal tóxica de los habitantes de la ciudad y área Metropolitana, así como al medio ambiente”, explicó Marisa Jacott, directora de la organización Fronteras Comunes.

En tanto, Gustavo Ampugnani, director de Greenpeace México, destacó que “una planta de termovalorización es una planta de incineración (en este caso de residuos sólidos urbanos) que, de operar en la Ciudad de México traería muchas más emisiones que las que ya se padecen actualmente. Sólo hay que recordar las contingencias ambientales tan fuertes que hubo el año pasado. Estamos hablando de emisiones de metales pesados como plomo, mercurio, cadmio; de gases como óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, material particulado, pero sobre todo de dioxinas y furanos tóxicos con perturbadores efectos endócrinas y cancerígenos”.

“En nuestra experiencia, las comunidades cercanas a procesos de incineración están expuestas a cócteles de contaminantes cada vez más diversos y tóxicos, los cuales varían en su composición química. Esto plantea serias dificultades para el monitoreo atmosférico y, además, no hemos visto plantas incineradoras que quieran mostrar los resultados de sus monitoreos, si es que los llegan a realizar”, añadió Jorge Tadeo Vargas, miembro del Frente de Comunidades en Contra de la Incineración.

Paralelamente, las organizaciones sociales firmantes consideran que incineración de los residuos sólidos, a partir de la cual se busca que la planta del Bordo Poniente genere energía, desalentará la implementación efectiva de políticas ambientales dirigidas a reducir la generación de los residuos y al reciclaje de estos. A nivel internacional existen muchos incineradores que han fracasado y llevado a la banca rota a los gobiernos locales dada la enorme inversión que les significa, además de numerosos ejemplos de plantas que se han visto obligadas a cerrar debido a fallas técnicas, financieras o la oposición social en su contra.

La corporación trasnacional francesa Veolia, a la que ha sido adjudicada la licitación de la planta en el Bordo Poniente, ha enfrentado demandas ante tribunales internacionales y nacionales por incumplimiento en sus contratos como en el caso de Egipto, Lituania, Marruecos. Una de sus filiales en México, RIMSA, es la compañía que maneja uno de los pocos confinamientos de residuos peligrosos que hay en México y que también ha sido sancionada por la autoridad ambiental (PROFEPA). RIMSA también ha sido denunciada por grupos de ambientalistas de Chiapas, debido a la contaminación de mantos freáticos causada por escurrimientos de lixiviados del basurero a su cargo.

“Además los avances de la privatización de los servicios de la ciudad están al orden del día. Hace apenas dos meses el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, renovó a esta misma compañía, Proactiva Medio Ambiente / Veolia, el contrato de la gestión del Sistema Comercial de agua de la Ciudad hasta Mayo de 2021[1]. Veolia es la compañía más grande de privatización de agua en el mundo”, añadió al respecto Marisa Jacott de Fronteras Comunes.

Un ejemplo de la problemática planteada por Jacott es la fluctuación en el precio del agua en París, Francia. Cuando el contratode suministro de agua de Veolia para dos millones de parisinos expiró en 2009, los precios del agua bajaron y un año más tarde París había conseguido ahorrar 35 millones de euros[2]. Además, las operaciones de Veolia en Bélgica, Alemania, Bulgaria y Rumania ha estado rodeada del descontento por el aumento de los precios y la corrupción. En Rumania la compañía se vio involucrada en un enorme escándalo de corrupción por los sobornos que entregaban a los funcionarios para que aceptaran aumentar los precios del agua en Bucarest.

 

Para más información:

 

  1. Greenpeace México: Juan Mayorga, coordinador de comunicación, , Cel. 5574038589
  2. Fronteras Comunes: Marisa Jacott al 5554558987, 
  3. Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad: Jorge Tadeo Vargas, al 722 797 7242
  4. Global Alliance for Incinerator Alternatives GAIA http://www.no-burn.org/

Consultar entre otros documentos, “Gasificación y pirólisis: Una inversión de alto riesgo y bajos rendimientos”:

http://www.no-burn.org/informe-revela-miles-de-millones-de-dolares-perdidos-en-30-anos-de-proyectos-de-residuos-para-energia-fracasados/