Carta al CEO de Shell

Página - 19 enero, 2014
Estimado Sr. Van Beurden

En abril del año pasado su antecesor firmó un acuerdo con Gazprom, la empresa rusa responsable del encarcelamiento de 30 personas que defendieron el Ártico pacíficamente. Ese caso dio lugar a una ola de oposición pública que hizo de la exploración de petróleo en el Ártico uno de los proyectos energéticos más impopulares de nuestra era.

En Alaska su equipo quiere continuar un programa de perforación que casi terminó en un desastre el año pasado e hizo que el secretario del Interior de EE.UU. se quejara de que Shell "había metido la pata". Casi cinco millones de personas nos sumamos a un movimiento para defender el Ártico porque es claro para los expertos y científicos que la perforación en esa región es un riesgo demasiado alto. Simplemente no vale la pena.

Si ocurre un derrame de petróleo en el Ártico, los accionistas y la reputación de Shell recibirán un impacto negativo muy fuerte. Pero las principales víctimas serán las especies únicas que habitan esta frágil región, como el oso polar, la lechuza blanca y el narval. Hay millones de personas cuyos medios de vida podrían ser destruidos en caso de que se produjera un accidente.

Mientras tanto, el cambio climático está mostrando su verdadera fuerza en todo el mundo y es más evidente en el derretimiento de los hielos del Ártico que, además, cumplen un rol vital en la regulación del clima del planeta. La quema de combustibles fósiles es la principal responsable del cambio climático global que repercute en el derretimiento de los hielos. Para respetar los compromisos políticos y las recomendaciones científicas que tienen el objetivo de detener el cambio climático, el Ártico dibuja un límite que la actividad petrolera no debe superar.

Le solicito respetuosamente que rompa su relación con la petrolera Gazprom y abandone definitivamente sus actividades en el Ártico. Esta zona debe ser protegida para toda la humanidad.