Activistas de Greenpeace instalaron un teléfono rojo inflable de más de 3 metros de altura frente al Congreso de la Nación, para que las personas llamen a los diputados y les exijan que desactiven la bomba de tiempo que representa la basura electrónica, aprobando la Ley de Residuos Electrónicos.
© Greenpeace / Martin Katz