Activistas de Greenpeace bloquean negociaciones secretas entre la Unión Europea y los EE.UU, en Bruselas

Noticia - 22 febrero, 2016
Bruselas – Esta mañana activistas de Greenpeace bloquearon durante varias horas las negociaciones secretas entre la Unión Europea (EU) y los EE.UU, en la capital belga. Las dos partes intentaban llegar a un acuerdo que le daría poder sin precedentes a corporaciones multinacionales.

Activistas de Greenpeace bloquearon negociaciones secretas entre la Unión Europea (EU) y los EE.UU.

 

Treinta activistas de siete países se encadenaron a la entrada del centro de convenciones donde se llevaría a cabo la reunión demorando las negociaciones por varias horas. Algunos activistas escalaron el frente del edificio para desplegar una bandera en contra del tratado con la imagen de un callejón sin salida con la leyenda: "TTIP negociado sin salida". La protesta advertía que el TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) es una amenaza para la democracia, la protección del medio ambiente, los estándares de salud y las condiciones laborales.

Susan Jehoram Cohen, miembro del equipo de campañas contra el TTIP, afirma: "Este acuerdo no tiene nada que ver con ningún tipo de comercio. Es una transferencia de poder sacándoselo a las personas y dándosela a las grandes compañías. El Departamento de Comercio de los Estados Unidos había revelado muy poco sobre estas charlas, que habían empezado hace dos años. Hoy discuten la controversial medida que permite que inversores extranjeros desafíen nuestros estándares de salud, ambientales y laborales. Lo que está en juego son las barreras que mantienen a nuestros alimentos libres de pesticidas, o conservar limpio el aire que respiramos. Las negociaciones que se intentaron llevar a cabo en secreto el día de hoy querían debilitar estas barreras para incrementar la ganancia monetaria de las empresas, sin importar el costo que deberá pagar la sociedad y el medio ambiente. Es nuestra responsabilidad exponerlos y ser la voz de millones de personas que se oponen a este acuerdo"

El tratado busca otorgar los siguientes beneficios a las multinacionales:

  • Concebir un sistema judicial que permitiría a las multinacionales evitar cortes nacionales.
  • Permitir a los jueces de este sistema actuar como abogados de las corporaciones.
  • Permitir un trato diferencial para las compañías extranjeras sobre las empresas nacionales o locales.
  • Burlarse de los principios democráticos y el derecho que tienen los gobiernos para adoptar o reforzar leyes.

Andrea Carta, concejal legal de Greenpeace Europa, añadió: "El plan para una corte especial que proteja a las compañías es una amenaza para la democracia y la ley. Discrimina los negocios locales y amenaza el derecho del gobierno a adoptar leyes de interés público. Las multinacionales no están sobre la ley, las mismas leyes deben aplicar a ellas, como a todos los demás".